Cartas de lectores
Año CXXXVIII Nº 48888
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
La Región
El Mundo
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 25/09
Mujer 25/09
Economía 25/09
Señales 25/09
Salud 21/09

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 01 de octubre de 2005  
La calidad educativa

El derecho de los padres a reclamar por educación es incuestionable desde todo punto de vista. Todo ciudadano tiene derecho a la educación según la Constitución nacional, y por tanto las leyes promulgadas al respecto son de inapelable aplicación. Pero cuando el Estado no puede garantizar, mediante sus políticas, la tan renombrada frase "educación para todos" es saludable ver cómo la sociedad reacciona exigiendo esta garantía constitucional. Cuando se discute la cantidad de días que los alumnos quedaron sin clases a causa de la huelga docente es necesario reflexionar sobre la calidad educativa de los días en que los alumnos van a clases. Es decir: así como los alumnos pierden posibilidades de educación al no asistir a la escuela, tampoco es garantía de que se eduquen bien cuando asisten, debido a las condiciones críticas del servicio educativo de hoy en día. Aquí no sólo se trata de garantizar la concurrencia, sino además la calidad de la enseñanza. En este caso no se trata sólo del problema evidente de que los alumnos no van a la escuela, si no del problema fantasma y mucho más oculto, que es: ¿a qué van a la escuela? De alguna manera la escuela no es un espacio de contención, sino de formación, y no basta sólo con la concurrencia para lograr los objetivos de la misión educativa. Cuando los padres reclaman, ¿lo hacen a quién?, ¿a quién exigen que se garantice la "educación para todos, con calidad y equidad?". Porque quien debe responder por la garantía de la educación no son los docentes sino el Estado. El panorama de la educación no dejará de ser crítico hasta que los problemas dejen de solucionarse con parches coyunturales, a la manera de "lo atamos con alambre", y proponga una apuesta más profunda con criterios de inversión en capital humano.

Carlos Peralta


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados