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domingo,
18 de
septiembre de
2005 |
A las urnas. Angela Merkel y el canciller socialdemócrata Schroeder hicieron
campaña incluso ayer
Alemania vota bajo el temor de un
empate entre las dos coaliciones
La centroderecha superaría al oficialismo, pero no lograría la mayoría suficiente para formar gobierno
Berlín. - El canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schroeder y su rival democristiana Angela Merkel acuden hoy a unas elecciones parlamentarias anticipadas con un resultado incierto como nunca. Un virtual empate podría terminar en una paralizante situación política que obligaría a una coalición forzada entre socialdemócratas y democristianos.
Después de una corta pero intensa campaña electoral, los sondeos de intención de voto atribuyen una ventaja a una hipotética coalición de la CDU/CSU de Merkel y el Partido Liberal (FDP), por delante del actual gobierno del Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes. Sin embargo, la mayoría de encuestas apunta a que ni unos ni otros tendrán mayoría suficiente para formar gobierno, con el 48 y el 41 por ciento de los votos, respectivamente (ver infografía).
Por ello, en Berlín se especula con la formación de una coalición de democristianos y socialdemócratas, la tan conocida "gran coalición", como la que ya gobernó en Alemania entre 1966 y 1969 con el canciller Kurt Georg Kiesinger. Sin embargo, tanto Schroeder como Merkel rechazan por lo menos públicamente dicha posibilidad.
Debido al resultado apretado que se prevé, Schroeder y Merkel decidieron no finalizar la campaña electoral en la noche del viernes, como se acostumbra en Alemania, sino que optaron por celebrar ayer también encuentros con el electorado y eligieron para ello Renania del Norte-Westfalia, el Estado federado más poblado del país.
En un mitin con cerca de 10.000 asistentes en Recklinghausen, Schroeder instó a movilizar todas las fuerzas para que se produzca una victoria "rojiverde". "No se olviden de llevar con ustedes mañana a la abuela y el abuelo, pero sólo si votan al SPD", dijo el jefe de gobierno, quien lucha por su segunda reelección.
En su discurso, Schroeder atacó nuevamente al experto en Finanzas de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel y candidato a ministro, Paul Kirchhof, quien ha sido una de las principales piedras de toque de la campaña con su propuesta de instaurar una tasa impositiva única, o tasa chata, del 25 por ciento.
Por su parte, en una convocatoria preelectoral en la ex capital Bonn, Merkel acusó al SPD de Schroeder de tratar de atemorizar a los votantes y de lanzar calumnias contra los democristianos. En su discurso ante 5.000 personas, aseguró además que un amplio sector de los socialdemócratas estaría dispuesto a recurrir a la ayuda del nuevo Partido de Izquierda para poder permanecer en el poder junto con Los Verdes del ministro de Exteriores Joschka Fischer.
El Partido de Izquierda fue creado este año por poscomunistas y disidentes socialdemócratas que abandonaron el SPD en protesta por la política de recorte social practicada por Schroeder. Según los sondeos de intención de voto, se podría llevar hasta el 8,5 por ciento de los sufragios y convertirse así en la tercera fuerza política del país.
Pese a que dichos votos podrían ayudar al actual gobierno a mantenerse en el poder, Schroeder descarta una cooperación con el nuevo partido, entre otros motivos porque Oskar Lafontaine es uno de los candidatos principales, y uno de sus enemigos declarados. Lafontaine fue presidente del SPD y ministro de Finanzas del primer gobierno de Schroeder, pero abandonó todos sus cargos políticos en 1999 tras una lucha de poder con el canciller.
El presidente del FDP, Guido Westerwelle, consideró en un mitin en Dortmund que en el caso de que el SPD, Los Verdes y el Partido de Izquierda consigan la mayoría hoy, se podría crear un gobierno "rojiverde" de minoría tolerado por el partido de Lafontaine. Westerwelle afirmó que una constelación así podría tener consecuencias desastrosas. "El socialismo tiene en Alemania sólo un lugar, en las bibliotecas en el departamento de historia", afirma.
Merkel y Westerwelle mantuvieron una encuentro en Bonn en la víspera de la cita ante las urnas. Ambos se habían reunido ya hace dos semanas en Berlín con el fin de negociar una posible coalición entre democristianos y liberales, de permitirlo los resultados.
El factor Dresde
Hoy sólo se darán a conocer resultados provisionales, ya que en un distrito electoral de Dresde, en el este del país, los votantes tendrán que votar dentro de dos semanas, el 2 de octubre, debido a la muerte de una candidata en plena campaña. En Alemania no se permiten los candidatos suplentes.
En el caso de que se registre hoy un resultado apretado entre los posibles bloques de gobierno, los votos de los 219.000 electores del distrito 160 de Dresde resultarían decisivos, ya que podrían designar hasta tres diputados. En las elecciones de hace tres años, la ventaja del SPD de Schroeder frente a los democristianos fue de apenas 6.000 votos. (DPA)
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El ministro y Joschka Fischer es un aporte clave para el oficialismo.
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