A las urnas. Los alemanes eligen entre la centroderecha o la socialdemocracia

Luchador nato, Schroeder va por el tercer mandato

Erik Kirschbaum

Berlín. - Bronceado, sonriente y de un notable buen humor tras un largo día de discursos en tres ciudades, el canciller alemán Gerhard Schroeder estaba todavía rebosante de energía cuando se sentó con un grupo de periodistas fatigados sólo de seguirle el paso. Mientras bebía vino tinto a sorbos y compartía su pizza, Schroeder dijo que no le preocupan las encuestas que indican que sus días en el cargo están contados.

Es este espíritu luchador el que ha mantenido vivas las esperanzas para las elecciones y el que llevó a su Partido Social Demócrata (PSD) a ubicarse a sólo seis puntos del Partido Demócrata Cristiano en los sondeos de opinión, después de estar 23 puntos por debajo a inicios de la campaña electoral.

El luchador, conocido como "excavadora" entre sus amigos debido a que nunca se rinde en la cancha de fútbol, no importa cuán atrás esté en el marcador, ha peleado la batalla de su vida y conducido a sus maltratados socialdemocrátas a luchar por derrotar a los demócratas cristianos. Pero los críticos consideran que la telegénica campaña del hombre alguna vez ridiculizado como "el canciller mediático" está sólo enmascarando las fallas de su gobierno de centroizquierda que le impidieron afrontar una reforma económica.

También dicen que malgastó sus primeros cinco años no haciendo nada para colocar a la tercera economía mundial en el camino correcto y sus reformas han sido muy pocas desde 2003, demasiado tarde para combatir el desempleo récord y el estancamiento de la economía.


Trabajando las masas
Schroeder, quien mide apenas 1,70 metro de altura, aprendió cómo encontrar respuestas a los contratiempos de la vida cuando era niño. Segundo de cinco hijos que quedaron sin padre tras la guerra, compartió con sus hermanos un estrecho departamento sin baño propio. Se vistió con ropas usadas donadas a su familia y abandonó la escuela a los 14 años para ayudar a su madre a pagar las cuentas.

El canciller dijo que su empobrecida infancia incentivó una insaciable ambición y una vez le contó a un embajador estadounidense que sentía afinidad por las estrellas deportivas del país norteamericano que escaparon a la pobreza. Recientemente dijo que su canción favorita era "In the Ghetto", de Elvis Presley.

Luego Schroeder regresó a la escuela nocturna para obtener su diploma después de trabajar tres años como empleado en una tienda. Se graduó de la escuela de leyes en 1976, a los 32 años, y fue electo para el Parlamento cuatro años después. Pasó del flanco izquierdo al derecho del PSD, fue ganando terreno en el partido y seleccionado para enfrentar al canciller Helmut Kohl en las elecciones de 1998.

Su victoria marcó la primera vez que un candidato retador venció a un titular tras la Segunda Guerra Mundial y desencadenó cambios sociales radicales que ventilaron gran parte de la viciada atmósfera reinante tras 16 años de Kohl en el poder.

Un trascendental cambio personal tuvo lugar en la vida del canciller el año pasado cuando adoptó a una pequeña niña rusa llamada Viktoria, con quien pasará más tiempo si pierde hoy. "Es la victoria o Viktoria", habría dicho Schroeder según citas. (Reuters)