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domingo,
28 de
agosto de
2005 |
[Color local]
El Angel de Lata vuelve a las esquinas y las plazas
La revista que integra a chicos en un proyecto cooperativo llega a una tirada de 10 mil ejemplares
El "Ángel de Lata", la revista que "devela, descubre, denuncia y acusa" está en la calle con su séptimo número, para "reencontrarse con los chicos en las esquinas y en las plazas, en los institutos de menores, en las comisarías y las escuelas". Y con una tirada de diez mil ejemplares, después del notable éxito del número anterior, aparecido a principios de año, que se reimprimió dos veces.
En la sección "Historias de vida" se presenta un reportaje a Eva, una de las madres del Ángel de Lata, de barrio San Francisquito. También se incluyen entrevistas a los compradores de la revista y relatos de los chicos que la venden. Hay también reflexiones del padre Edgardo Montaldo, un fragmento del guión de Marguerite Duras de "Hiroshima Mon Amour" y dos páginas a color de "Polenta con pajaritos", la gran historieta de El Tomi, que es además el director de la revista.
En "Líneas de fuga hacia la esperanza", Paola Irurtia entrevista a Ricardo Arias, un psicólogo que trabaja en Buenos Aires con "chicos de la calle, chicos con papás detenidos o sin familia, chicos empobrecidos y marginados hasta de los sueños".
"Lo que los chicos mamaron, con un modelo socioeconómico que tiene más de 30 años, es que lo importante es ser el más fuerte. Es la ley que hemos sembrado y cosechado: han visto funcionar ese dispositivo en el gobierno, en las empresas que echan a una cantidad de obreros y no les pagan las indemnizaciones, a los abogados que se quedan con el 20 por ciento de la indemnización", dice Arias en un momento de la entrevista.
El grupo editor de la revista, de la Coordinadora de Trabajo Carcelario, presenta además el proyecto Ángel de Lata, destinado a mejorar la calidad de vida de niños y adolescentes de distintos barrios de la ciudad de Rosario y que ha sido declarado de Interés Municipal por el Concejo Municipal de Rosario.
"Considerando a los chicos como sujetos de derecho, portadores de una subjetividad y una identidad atravesada por el trabajo -dicen-, nos propusimos la creación de un emprendimiento cooperativo de trabajo con niños y adolescentes, donde pudieran resignificar la noción de trabajo, nuclearse para la defensa de sus derechos y generar un producto desde donde se divulgaran sus voces". Así nació en julio de 2000 la revista. Los chicos la venden a un peso con cincuenta: uno "es pal que la vende" y el resto se reintegra.
Los chicos que hacen el "Ángel de Lata" se reúnen los viernes en plaza Pringles. "Somos niños un poco diferentes a los que van a los cines y a los teatros de la mano de sus padres, de los que pueblan los shopping, de los que llevan celulares a la escuela primaria. Diferentes pero también iguales en los derechos que no se respetan. Porque el abuso, el maltrato o el abandono atraviesan las clases sociales y tienen a los chicos y chicas como víctimas".
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