Es la hora de sumar

Tiro Federal visita al también urgido Colón

Los Tigres van con la necesidad de recomponer su imagen

La cuarta fecha del torneo Apertura se presenta en calidad de necesidad y urgencia para Tiro Federal. Las tres derrotas sufridas hasta el momento (River, Newell's y Banfield) hacen que la obligación de sumar aparezca como tal. Colón es el escollo de turno, pero la puesta en escena será fuera de casa (a las 15.30 y con arbitraje de Carlos Maglio), por lo que el grado de dificultad será aún mayor.

Más allá del contexto, a Jorge Castelli y sus dirigidos no les queda otra que empezar a sumar. Está claro que los Tigres juegan su torneo de 38 fechas, pero cada derrota hace que la soga apriete cada vez más, achacando inevitablemente el ánimo del plantel.

Para que los puntos aparezcan será necesario que primero hagan otras cosas. El juego asociado, punzante, que sirva para asumir protagonismo cuando las circunstancias lo ameriten es una de ellas, y tal vez la más importante.

A nadie escapa el grado de dificultad que esto implica, pero para sentirse igual al resto en la máxima categoría es necesario llevarlo a cabo.

El mismo cuestionamiento le cabe a este maltrecho Colón. Es que el equipo del Tata Martino llega en las mismas condiciones que Tiro (perdió los tres partidos que disputó), con la salvedad de que los sabaleros no sufren problemas con el promedio.

La presión de la gente, si es que no aparece un gol en los primeros minutos, no tardará en llegar y Tiro podría encontrar en este punto la llave del partido. Así, jugar con la desesperación de Colón aparenta ser una de las mejores estrategias, aunque las cosas no están dadas como para andar especulando.

En Tiro saben que los tiempos comienzan a acortarse y que si hoy no se suma al menos un punto las exigencias traspasarán la primera barrera de la tolerancia. Por eso los 90 minutos de esta tarde pueden transformarse en una especie de bisagra para un equipo que hasta el momento demostró tener serias dificultades de adaptación al fútbol grande. Es la realidad que hoy impera, pese a la enorme confianza que emana desde el seno del plantel y cuerpo técnico.