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domingo,
28 de
agosto de
2005 |
Hipocondría: venciendo fantasmas
Pese a que la hipocondría es una enfermedad antigua que ya aparecía (no con ese nombre) en los textos de Hipócrates, todavía no existe un tratamiento eficaz. Sin embargo un grupo de investigadores descubrieron que basta con seis sesiones de terapia cognitiva para paliar sus síntomas.
Para llegar a esta conclusión, especialistas del Hospital de Mujeres Brigham y de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, EE.UU., realizaron un estudio en el que participaron 187 pacientes hipocondríacos.
Estas personas se caracterizan porque creen que padecen síntomas de una enfermedad grave, aunque no les haya sido diagnosticada. Del total de participantes, 102 fueron designados para las sesiones de terapia cognitiva mientras que los 85 restante recibieron tratamientos médicos tradicionales. La terapia consistió en 6 sesiones de 90 minutos para recibir información sobre las causas de los pacientes para exagerar los síntomas, un ejercicio ilustrativo y una charla.
Directo a las causas
Cada una de las sesiones se centró en uno de los factores que contribuye a que los hipocondríacos exageren sus dolencias: la atención y la vigilancia excesiva del cuerpo, las creencias equivocadas sobre el origen de los síntomas, el contexto y las circunstancias personales, el comportamiento ante las enfermedades y el humor. El objetivo de la terapia cognitiva, señalan los autores, es ayudar a que corrijan los pensamientos negativos, que consulten sobre los síntomas que sienten y que cambien su percepción sobre la salud y las enfermedades.
La evolución de los miembros de ambos grupos se analizó entre 6 y 12 meses después de los tratamientos. Los responsables del estudio comprobaron que la terapia tenía beneficios más positivos que el tratamiento médico tradicional. Al cabo de un año los que habían practicado la terapia cognitiva tenían menos síntomas, habían mejorado sus creencias y sus actitudes respecto a la salud y mostraban menos ansiedad. Los autores reconocen que los hipocondríacos pueden mejorar la calidad de vida perdiendo el miedo a la enfermedad.
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