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| domingo,
10 de
julio de
2005 |
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Charlas en el
Café
del Bajo
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-Dice la Torá o Biblia en el Libro del Génesis que Dios le dijo al hombre: "He aquí que os he dado todas las hierbas que dan simiente que hay sobre la superficie de la tierra y todos los árboles que tienen frutos que dan simiente, y serán vuestros para que os sirvan de alimento". Y le advirtió además: "Y para todas las bestias de la tierra, para todas las aves del cielo y para todo lo que se mueve sobre la tierra en cuyo interior hay un alma viva, todas las hierbas verdes servirán de alimento". Con esta sentencia y recordando que en todo ser hay un "alma viva" que debe ser respetada, comienzo la columna de hoy diciendo que Silvina Páez, una rosarina que pertenece a una entidad proteccionista, está bastante enojada por el tratamiento que tuvo la noticia de la fuga de la elefanta y se pregunta, además, si el pobre animal estaba en las condiciones de higiene y cuidado que marca la ordenanza, Inocencio.
-No sé si estaba en el estado de higiene y cuidado prescriptos, pero estoy seguro de que ningún animal, ningún ser, podrá estar en estado de tranquilidad cuando es apresado, mantenido en cautiverio, lejos de su medio ambiente y sometido a los caprichos de la perversidad. Y me van a disculpar los lectores, pero cuando hablo de perversidad hablo también de ese aberrante sentimiento que tienen los espectadores de todas partes del mundo que gozan o se complacen con la humillación y el ultraje de un ser inferior en la escala que es exhibido. Imaginemos por un momento, Candi, con que un buen día una civilización superior e intergaláctica llega a la Tierra, se lleva a cientos de miles de personas para ser exhibidas en su planeta en un "humanológico" o para ser tratada a latigazos en un circo haciendo piruetas y viviendo encerradas en una jaula de dos por dos.
-Bueno, no es necesario que llegue una civilización intergaláctica ¡si ya llegaron los señores del Primer Mundo a los países periféricos! ¡Si tenemos a compatriotas que nos tratan como a...bue!
-Silvina, junto con el concejal Pablo Javkin, se ocuparon del caso de la elefanta, aunque pudieron hacerlo parcialmente. Pero tanto Silvina como Javkin están preocupados, además, por la presentación de Animal Planet y la condición de los animales.
-Lo que debería hacer el intendente municipal Miguel Lifschitz es ordenar a los inspectores o funcionarios del área respectiva que constaten si las criaturas que van a ser exhibidas están básicamente protegidas, si se les respetan los derechos que como seres tienen y si no se cumple con este requisito indispensable, que se niegue cualquier habilitación.
-Debería presentarse un proyecto que contemple la prohibición en la ciudad de la presentación de animales con fines lucrativos. Y si fuera imposible tal proyecto, por cualquier razón, se debería obligar a los empresarios a que junto con la entrada den un texto que diga algo más o menos por el estilo: "Estimados adultos, estimados chicos: El espectáculo que ustedes están a punto de presenciar se logra por un fuerte y grave estrés, perjuicio y angustia de los animales que están en cautiverio. La privación de la libertad, exhibición y trabajo de estas criaturas en todo el mundo, además, genera un grave problema al ecosistema del planeta y a la propia especie humana".
-Ojalá que el Concejo Municipal se interiorice del tema y antes que se inaugure cualquier muestra con animales en Rosario impulse medidas necesarias para preservar las buenas condiciones de estos seres que viven enjaulados, apresados.
-El comercio con animales tiene una vileza tal en el mundo que espanta. Estaba viendo días pasados un informe sobre la devastación que se está llevando a efecto en la Amazonia brasileña. Los traficantes se hacen de todo tipo de animales exóticos, utilizando los servicios de los aborígenes a los que pagan monedas, y venden algunos ejemplares de especies bellísimas, como el "águila arpía", por miles de dólares en Europa.
-No vayamos tan lejos, crucemos a nuestras islas, aquí nomás enfrente, y veamos que se hace con algunas especies como el carpincho. Pero si el propio ser humano es exterminado, amigo mío, ¡cómo podemos abrigar la esperanza de tratar de hermanos, como lo hacía Francisco de Asís, a los seres que nos acompañan en este peregrinar planetario!
Candi II |
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"Una victoria de Binner no deberá leerse como un triunfo de Kirchner"
Rubén Giustiniani
Titular del Partido Socialista
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La muerte golpeó en Londres
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