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domingo,
10 de
julio de
2005 |
El senador socialista acentúa el perfil opositor
Giustiniani: "Una victoria de Binner no será triunfo de Kirchner"
El titular del Partido Socialista dijo que los gestos del presidente hacia el ex intendente son oportunistas
Walter Palena / La Capital
Rubén Gisutiniani está convencido que el Partido Socialista (PS) salió muy fortalecido de su congreso nacional, que se realizó hace dos semanas en Buenos Aires, y que desde allí alumbraron los lineamientos principales para darle forma a un frente amplio de centroizquierda, que encuentra en Santa Fe su correlato con el Frente Progresista Cívico y Social, liderado por el PS y con Hermes Binner como su figura provincial más rutilante.
Sin embargo, el presidente del PS no se marea con las encuestas que le dan amplio margen a Binner sobre los candidatos del PJ, y lo grafica con lenguaje futbolero. "Arrancamos ganando 3 a 0, pero al partido revancha todavía hay que jugarlo y no cantar victoria antes de gloria", ejemplifica. Del mismo modo, sostiene que una eventual victoria de Binner no deberá ser leída como un triunfo del presidente Néstor Kirchner, porque lo que hace el gobierno nacional es, en realidad, acercarse "por oportunismo" a las gestiones exitosas como la que puede exhibir Rosario.
En una entrevista con la La Capital, el senador socialista planteó como una "falacia" que Kirchner represente la nueva política y un espacio progresista, cuando su gobierno no aplica una justa distribución del ingreso y sigue un modelo económico concentrado, como en los 90, "aunque hayan cambiado algunos apellidos".
-¿Por qué en otros distritos pudieron acordar con el ARI y en Santa Fe no?
-Desde el socialismo no le hemos cerrado la puerta a nadie, pero nos alienta que haya habido declaraciones de dirigentes del ARI en el sentido de que se puede lograr una confluencia en el 2007. Además, con el ARI trabajamos en forma coincidente en el Congreso, así que no veo lejos un posible acuerdo en la provincia.
-El gobierno de Kirchner se define progresista y ustedes también. ¿Cómo confrontan ambas propuestas?
-Está claro que Kirchner no es Menem. El gobierno nacional ha tenido aspectos positivos que rescatamos, como la política de derechos humanos y la renovación de la Corte Suprema. Pero también está claro que Kirchner dista de ser progresista, porque no hay redistribución del ingreso, no se consolida el Mercosur y, a pesar del discurso, se hace seguidismo con EEUU. No puede ser progresista un gobierno que continúa poniendo a los jubilados y trabajadores como la variable de ajuste del modelo y los que más ganan en Argentina, aunque hayan cambiado los apellidos, son los mismo grupos concentrados de capital nacional e internacional.
-Buenos Aires es hoy un terreno de disputa política. ¿Cree, como dice el gobierno, que allí choca la nueva política con la vieja?
-Es una falacia ver que la nueva política está representada por Solá, Das Neves, Insfrán, el ex ultramenemista Mazza o Rovira. Evidentemente no se puede construir lo nuevo con todos los instrumentos de lo viejo.
-Existe la percepción de que Binner es el candidato de Kirchner. ¿Eso los beneficia o los perjudica?
-Que Kirchner elogia a Binner le produce problemas al peronismo, no al socialismo. Además, una victoria del socialismo con el Frente Progresista en Santa Fe no podrá en ningún caso ser leído como un triunfo del presidente, porque él es un oportunista que busca acercarse a gestiones exitosas.
-Pero cuando Binner asuma como diputado, los peronistas van a posar la lupa para ver cómo vota las proyectos que manda el Ejecutivo.
-Hermes fue muy claro en eso. Como legislador va a impulsar y votar todas las leyes que beneficien a la sociedad. La gente no quiere más levantamanos.
-¿Ya se sienten ganadores?
-Arrancamos ganando 3 a 0, pero al partido revancha todavía hay que jugarlo. Es cierto que partimos con mucha ventaja, pero no hay que cantar victoria antes de gloria.
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