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domingo,
03 de
julio de
2005 |
Lecturas. Barthes detalla secretos de la escritura
La novela hecha deseo
Julieta Grosso
Una serie de seminarios dictados entre 1978 y 1979 por el semiólogo francés Roland Barthes dieron origen a "La preparación de la novela", un volumen que funciona como un juego de simulación en el que el autor de "Fragmentos de un discurso amoroso" despliega agudas observaciones sobre las condiciones previas a la escritura de una novela.
¿Qué hacen los escritores cuando escriben? ¿Cómo se escribe una novela? Sobre estos interrogantes, el tercer y último volumen de la serie que reúne los seminarios dictados por Barthes en el Collège de France incluye manuscritos, apuntes, citas y fotografías con los que el autor reflexiona sobre la preparación de una novela.
La edición completa de estos seminarios, traducidos por Patricia Willson y publicados por primera vez en castellano, estuvo al cuidado de Beatriz Sarlo, quien además prologó el volumen, publicado por Siglo XXI Editores.
Barthes inicia sus clases en diciembre de 1978, un mes después de la muerte de su madre. Su duelo, "el principio activo del dolor", es el límite a partir del cual todo da un giro: empieza una vita nuova, movido por un proyecto que pertenece más al pasado de la literatura y, sin embargo, no es un ejercicio de melancolía sino de deseo.
El semiólogo había deseado la novela en muchos de sus textos pero se había sustraído a ella, hasta que en 1978 parece llegar el momento en que su deseo puede ser puesto frente a esos otros que lo escuchan en el Collège de France.
Barthes organizó sus notas de clase como instrucciones dirigidas, en primer lugar, a sí mismo. Estos seminarios son un juego de simulación en el que despliega sus observaciones sobre las condiciones previas a la escritura de una novela.
La pregunta que se hace el ensayista es: ¿qué hacer para que "prenda" como gajo de un relato largo? Una respuesta se encuentra en lo que llama el "método": la disciplina estética en la vida del novelista.
Para Barthes, que ama el fragmento, la escritura de una novela implica el pasaje de la "forma corta" a la "forma larga".
El autor de "Mitologías" encuentra en el haiku un territorio propicio para ese pasaje. El haiku, poema japonés de tres versos, despierta en los lectores la convicción de que lo que se describe "así fue".
En "La preparación de la novela", el haiku toma el lugar de las anotaciones del novelista futuro: es aquello que se capta del instante y que se registra en la libreta de apuntes a la espera de su oportunidad.
La novela futura, la novela utópica que Barthes nunca llegó a escribir -murió un mes después del terminar este último curso- es pensada en "La preparación de la novela" como una forma de vida.
De hecho, la reflexión aguda y personal del autor sobre estos temas, lleva a Sarlo a afirmar que el lector nunca estará tan cerca de Barthes como en este libro; en él, dice la autora de "Tiempo presente", se despliegan los modos de ser de Barthes.
A lo largo de dos cursos, el semiólogo reflexiona sobre esa novela, que no sabe si escribirá (debemos creerle), como si se estuviera preparando para un viaje por un territorio que fuera a la vez familiar y desconocido.
Barthes sabe todo sobre la novela, pero ha comenzado a pensarla desde otro lugar; lector y crítico, conoce la geografía, la historia y las costumbres, pero ahora es necesario desplazarse uno mismo, tocar, probar, dejarse ir en aquello que de sorprendente tendrá la experiencia.
No ha comenzado todavía a viajar pero la preparación del viaje hacia la novela tiene algo distinto a lo que ha venido haciendo, aunque también se pueda reconocer hasta en los detalles más escondidos el modo en que funciona el "método Barthes".
Estas últimas clases de Barthes, unas poco más de 20, son algo más que las notas para un libro futuro sobre la "preparación de la novela". En rigor, ese libro futuro no podría haber sido el desarrollo de esas notas (ni lo es la publicación de sus cursos), sino la novela misma, el libro que nunca sabremos si hubiera llegado a escribir.
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Fotos
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La muerte le truncó a Barthes su intenso deseo de escribir una novela.
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