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 domingo, 03 de julio de 2005  
Liberaron al joven detenido por robar información a una multinacional
Detalles de un inédito espionaje industrial
El muchacho fue echado de Unilever, pero seguía contactado a la compañía a través de otra empresa

El joven analista de sistema que pretendió vender información robada de la planta industrial que la multinacional Unilever tiene en Villa Gobernador Gálvez quedó en libertad la madrugada de ayer. Luego de cumplimentar los trámites prontuariales -registro de huellas dactilares, interrogatorio sumario y revisación médica- el joven ganó nuevamente la calle por disposición del juez correccional Eduardo Enrique Costa, quien instruye un proceso por infracción al artículo 156 del Código Penal. Como la violación del secreto profesional es una falta, el delito es excarcelable.

"La verdad es que no sabemos qué se le cruzó por la cabeza a este pibe. No tiene el perfil de un delincuente, a no ser que se esté haciendo el idiota y los giles seamos nosotros", se sinceró ayer uno de los pesquisas que trabajó el caso. "Cuando lo agarramos lloraba como una criatrura", confió. Benjamín A., de 30 años, fue sorprendido el viernes por la tarde en Mitre y cortada Ricardone cuando salía de una oficina donde había ido, tras acordar una cita, para vender en 120 mil pesos la información robada de la planta industrial de Unilever.

"Este buen chico realizó un robo hormiga y se hizo con las tendencias publicitarias que la empresa tenía planificadas para el período 2006 y 2011". Después se las ofreció a una empresa de la competencia por 500 mil pesos. El trato era «vos me pagás una parte y yo te doy una parte»", confió un investigador cuando detuvieron al joven. Y el viernes se hizo la primera entrega de ambas partes. Al analista lo sorprendió un policía de civil de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) con 120 mi pesos marcados y un CD con valiosa información surgidas de las entrañas informáticas de Unilever.

"A este pibe lo veníamos siguiendo desde hace diez días, cuando el juez nos dio intervención", explicó una fuente de la TOE. "El quería vender la información y pensaba que iba a tratar con un tipo que venía de Buenos Aires", confió otra fuente. "Entonces le armamos una oficina comercial en la cortada Ricardone y el pibe cayó solito", explicó. "El policía encubierto que lo contactó le pidió que le mostrara qué información tenía. Fueron a un ciber y al toque se dio cuenta de que la información ofrecida era buena. Entonces se dirigieron a la oficina para concretar la operación y cuando salió lo prendímos", explicó.

Tras detenerlo "el pibe colaboró en todo momento, es más, dijo dónde tenía el resto de la información", explicó el pesquisa. Con Benjamín demorado, el juez ordenó allanar el departamento en el que vive el muchacho, en Paraguay al 700. En esa vivienda se encontró una colección de 18 CD con la mejor información de Unilever para el quinquenio 2006/2011. Por esa colección Benjamín pedía medio millón de pesos. También allí fueron secuestradas dos llaves correspondientes a cajas de seguridad del Banco Nación.

"Cuando lo agarramos, lo primero que nos dijo fue que trabajaba para Unilever", confió la fuente. Benjamín, según pudo conocerse de distintas fuentes, fue empleado de la multinacional hasta hace un año "cuando lo echaron previo pago de la correspondiente indemnización". Después reapareció en la planta de Villa Gobernador Gálvez trabajando para Atos Origin, una de las empresas líderes en asesoramiento informático del mundo. "Parece ser que Unilever contrató a la empresa Hewlett Packard para modificar su equipamiento y esta terciarizó el soporte técnico con Atos Origin", confió otro informante. Desde su lugar de trabajo y con solo conocer un puñado de claves, el joven tenía acceso a la red de una de las más importantes multinacionales del planeta.

Pero los altos cargos de Unilever en la región no serían los únicos que perdieron el sueño. "Benjamín se encargada de hacerle el soporte técnico a las notebook (computadoras portátiles) de los vendedores de la empresa en la región", pudo saberse. Esto significa que el joven también pudo tener acceso a las agendas de un batallón de vendedores de marcas como Ala, Skip, Hellmann's, Vivere, Dove, Axe, Pond's, Lux y Knorr, entre otras. Y también a sus carteras de clientes.
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En el piso 12 del edificio de Paraguay al 700 se secuestraron pruebas.

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