Respuesta del Club Son

En respuesta a las cartas publicadas por la señora Ileana Gerbaix (DNI 22.097.055), los socios del Club Son de Rosario decimos: nos ofenden y hieren profundamente los términos de sus cartas del 19 de abril y el 16 de junio. La asociación civil sin fines de lucro Club Son de Rosario fue fundada el 14 de febrero de 2002 con el objetivo de promover el desarrollo e integración social de sus miembros a través de la práctica del deporte. Hoy es un club de barrio de la ciudad, como tantos otros, aunque muy joven. Su sede fue habilitada tras pasar los más estrictos controles, sin que mediara ningún privilegio, según los requerimientos vigentes. Una vez en funcionamiento, a raíz de las denuncias de un vecino por ruidos molestos, recibimos numerosas inspecciones y citaciones tanto de la policía como de la Municipalidad. Es más, se realizaron las mediciones acústicas de rutina y surgió la solicitud desde la Dirección de Política Ambiental de sellar y clausurar las tres ventanas traseras del gimnasio. Así se hizo en tiempo y en forma. También anulamos las ventanas laterales. En definitiva, mal que le pese, estamos en regla, aunque usted llame “alaridos” a los festejos de niños, adolescentes y adultos (tan ciudadanos y contribuyentes como usted) que se divierten jugando al vóley en un espacio de recreación. Todo el marco de sospecha que intenta sembrar sobre nuestro funcionamiento y el honorable nombre de nuestra institución nos obliga a defendernos ante la opinión pública. Es muy fácil hablar mal de otro en este país, donde la impunidad y el “tráfico de influencias” que usted cita son moneda corriente. No es nuestro caso. En lugar de decir irónicamente “se debería averiguar”, mejor averigüe. Lejos de sentirnos “muy mal educados”, desde nuestro club con mucho esfuerzo trabajamos cada día para formar personas de bien porque, lejos de sentirnos “condenados”, creemos que es un camino posible hacia una Argentina mejor.

Club Son de Rosario Personería Jurídica Nº 787/2002, personería deportiva Nº 051/2004