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 miércoles, 11 de mayo de 2005  
"El médico debe acompañar el tratamiento del hipertenso"
El presidente de la Sociedad Argentina de Mdicina Vascular propuso un nuevo modelo de atención basado en el seguimiento para lograr cambios de estilos de vida

María Laura Favarel / La Capital

Dejar de fumar, abandonar hábitos sedentarios y cambiar la alimentación tiene innumerables beneficios para la salud cardiovascular, sin embargo no se trata de tareas sencillas. Sólo Suecia y Finlandia lograron reducir drásticamente las afecciones coronarias, pero para ello utilizaron una estrategia de atención médica novedosa basada en el acompañamiento del médico en el cambio de hábitos de vida del paciente.

El doctor Mario Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Vascular, avaló lo hecho por Suecia y Finlandia y cuestionó el sistema médico vigente en el mundo (y por ende en el país). "El cambio de alimentación y estilos de vida reducen la aparición de las enfermedades cardíacas. Sin embargo, es difícil que una persona logre esos cambios con la sola ayuda del médico. En el 80 por ciento de los casos el paciente no cumple con las indicaciones médicas", explicó Cámera. "Es necesario integrar nuevos modelos de atención clínica que acompañen al paciente y lo ayuden a cambiar, además de emprender las acciones universales de prevención y promoción", aconsejó Cámera.

En tanto, el doctor Michael Alderman, presidente de la Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial, recomendó a los médicos argentinos "no seguir los parámetros de salud norteamericanos" que originaron un alto índice de obesos en ese país.

Ambos especialistas expusieron su posición crítica en el marco del XII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que tuvo lugar días atrás en Rosario.

Cámera, fundador de la Sociedad Argentina de Hipertensión, explicó que en el país se reconocen claramente 26 causas responsables de la hipertensión que no son las mismas que las de la enfermedad coronaria. "Los estudios epidemiológicos a nivel nacional demostraron que la Argentina se asemeja a otros países en cuanto a las causas que generan la hipertensión, pero la frecuencia de eventos cerebrales y cardiovasculares es mucho más alta", dijo.

En Argentina suman 9 millones las personas con hipertensión (el 25% de la población). Esta enfermedad llamada "silenciosa", no presenta síntomas pero tiene graves consecuencias como el accidente cerebrovascular (ACV) y el ataque al corazón, que se originan a partir de los 25 ó 30 años y aumenta el riesgo con la edad.

Los números demuestran el camino que falta recorrer: en Noruega los hipertensos controlados son apenas el 32%; en Estados Unidos el 23% y en Argentina el 16%. "La medicina necesita cambiar el modelo para que realmente atienda las verdaderas causas de las enfermedades", afirmó rotundo Camera. "El agua potable y las cloacas agregaron a la humanidad 27 años de vida y la medicina 8. Esto demuestra que es muy poco lo que se avanzó. Si realmente hiciéramos lo que decimos en los congresos, y lo que demuestran los trabajos de investigación, la realidad sería distinta. Sabemos de sobra para curar a 100 y curamos sólo a 18", agregó.

El modelo a seguir, según Cámera, es el predominante en Suecia y Finlandia, donde disminuyó masivamente la mortalidad cardiovascular. En ambos países, la modalidad de atención vigente es la adoptada por los cirujanos. "Dado que solos no podían operar, alguien tenía que curar las heridas, y aparecieron los enfermeros. En la clínica no se utiliza este recurso, el único que actúa es el médico y en el caso de las enfermedades prevalentes, los pacientes no tienen enfermeros ni seguidores sociales", dijo.

Según el especialista la solución de las enfermedades cardiovasculares dependen de que cada médico posea dos o tres enfermeras o asistentes sociales ("cambiadores de vida"), encargadas del seguimiento de los enfermos conforme las indicaciones del médico. "De esta manera habría un contacto mensual del enfermo con el sistema de salud (en la escuela o en el centro de salud cercano) para poder efectuar un seguimiento del tratamiento. Esta es una propuesta de bajo costo económico y de alta efectividad", apuntó.

Al respecto ejemplificó que si una persona concurre a un hospital en Estocolmo por una distensión de tobillo y tiene sobrepeso o es fumador, se le cobra una multa que puede no abonar si acepta participar en talleres que impulsan hábitos de vida saludables.
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La hipertensión es una enfermedad silenciosa.

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