Atletismo: Jorge Balliengo, lanza para ir al Mundial

El rosarino no para de crecer: ya es top ten en el lanzamiento del disco

Rodolfo Parody / La Capital

Cuando habla, Jorge Balliengo derrocha optimismo. Y lo basa en los resultados. Es el atleta rosarino de mayor proyección y por ahora no tiene barreras, como quedó demostrado en el Grand Prix Sudamericano de Rosario, donde mejoró su marca en el lanzamiento del disco. Consiguió 62,45 metros y quedó cerca de la distancia exigida (62,50 m) para concurrir al Mundial de Finlandia, su principal objetivo para este año.

Ubicado entre los top ten del mundo esta temporada, el atleta de 27 años creció de manera vertiginosa desde que empezó a lanzar el disco, acrecentando sus expectativas de concurrir a los Juegos Olímpicos de Atenas. Pero no pudo ser y debió superar la frustración de no alcanzar la marca mínima (62,50 metros) para clasificar.

"Fui a competir al Campeonato Iberoamericano de Huelva unos días antes de los Juegos Olímpicos. Cuando realicé el quinto tiro, mi última posibilidad de viajar a Atenas, y no logré la marca, pensé que me habían bajado la persiana. Al rato analicé toda mi carrera y entendí que no podía enojarme por no clasificar a los juegos. Es que recién hacía dos años que había empezado a lanzar. Me tranquilicé, decidí darle para adelante y seguir aprendiendo", cuenta.

Reflexivo, valoró en su justa medida la trascendencia de la medalla de bronce de ese Iberoamericano y se planteó objetivos ambiciosos. Para concretarlos cuenta con el respaldo necesario. "El apoyo que tengo de mi entrenador Adrián (Marzo) es incondicional y mi psicólogo Marcelo Márquez me llama a cada rato para saber cómo me siento, lo mismo que mis viejos y mi hermano. Es que solo no podés. Ahora tengo el grupo ideal para entrenar", se explaya.

Considera que el aporte del psicólogo Márquez es trascendente en su carrera. "Este año empecé a trabajar con él a full. En uno de los primeros tests que me hizo el 2004 me dijo que tenía la misma cabeza de un campeón del mundo. Que tenía todas las cosas buenas para llegar lejos, pero que estaban desordenadas. El me corrió las piezas de lugar y ahora me siento mejor", dice.

En el Grand Prix de Rosario dio un salto de calidad al lograr 62,45 metros. Superó así su mejor registro de 61,36 metros, obtenido el 28 de mayo del año pasado. "Sabía que no era imposible, pero lo valioso es que el promedio de mis lanzamientos durante las distintas etapas del Grand Prix fue superior a lo esperado. Cuando ocurre algo así, es posible mejorar. Tengo que buscar ese equilibrio para explotar en cualquier momento".

Aún tiene tiempo para llegar los 63 metros requeridos para clasificar al Mundial de Finlandia, que comenzará el 5 de agosto. Confía en que su primera intervención en un certamen de estas características se hará realidad y no se achica. "El Mundial está en la mira. Si llego a clasificar, repitiendo mi actual marca durante el campeonato, seré finalista. No dudo de que es posible y además pienso que puedo dar más. Me tengo mucha fe, quiero estar y entrar a la final", expresa sin vueltas.

Antes del Mundial asumirá otro compromiso, el Campeonato Sudamericano de Cali. "Voy a ir a buscar el primer puesto", dice con la convicción de que se tomará revancha de la anterior edición realizada en Barquisimeto (Venezuela), cuando quedó en el segundo puesto detrás de su compatriota Marcelo Pugliese.

Para ambas competencias piensa prepararse en Italia -el próximo lunes se confirma su viaje- y continuar así con una carrera ascendente que no lo sorprende en absoluto. "Entreno sabiendo dónde voy a llegar, ahora o más adelante. Cada vez que cumplo una meta, como fue conseguir los 62,45 metros, me pone por demás de contento, pero en realidad ya sé que eso va a suceder. Hace dos años y medio estaba entre los 150 del mundo y pensaba qué lindo sería meterse entre los 100. Cuando llegué ahí me propuse estar entre los 50. Y ahora estoy entre los top ten. Tengo pruebas constantes que lo que hago marcha por el camino correcto", se explaya con satisfacción.

Balliengo es el atleta rosarino con mayor proyección mundial.