El cazador oculto: "Siguen los cambios en la pantalla"

Ricardo Luque / Escenario

Ya no quedan certezas en la televisión. Lo que uno imaginaba que era para siempre dejó de serlo. De un día para el otro y sin aviso previo. Hoy en la caja boba no hay más que sobresaltos. Aquellos viejos tiempos en los que uno se sentaba cómodamente en el sillón del living a disfrutar del programa preferido no son más que un vago recuerdo. Una lejana añoranza. Porque, por más que no quieran, la guerra del rating causa bajas de un lado y del otro de la pantalla. Y no es para menos. Un productor al que las mediciones de audiencia le bajan el pulgar una y otra vez tiene los días contados. Lo mismo le pasa a los programas que, sin la bendición del público, son impiadosamente levantados del aire. Las decisiones se toman rápido, sin pensar, con el pie en el acelerador. Pero a máxima velocidad los riesgos se multiplican y, para no terminar mal, hay que asumir el riesgo de dar marchas y contramarchas. Y eso fue precisamente lo que hizo esta semana Canal 9. Porque, aunque ayer ratificó que transmitirá la entrega de los Martín Fierro tal y como estaba previsto, lo cierto es que una semana atrás la emisora había puesto la ceremonia en el freezer. Y lo había hecho porque temía que Telefé y Canal 13 no dejaran que sus estrellas asistieran a la fiesta, aunque también porque la guerra del rating le había demandado una inversión tan alta y le había redituado unos resultados tan magros que había llegado el tiempo de empezar a medir los gastos. Para que se entienda: sin grandes figuras la entrega de los Martín Fierro pierde interés y también rating, y el costo de la transmisión sigue siendo el mismo, o lo que es lo mismo, la fiesta de Aptra requiere hacer una gran inversión que, en la ultracompetitiva televisión actual, resulta altamente riesgosa. Resultado final: adiós a la fiesta. Pero en la televisión cambia, todo cambia, a veces inexplicablemente. Aunque en el trasfondo siempre se persiga sumar espectadores. Por eso las reglas de los Martín Fierro este año sufrieron una pequeña modificación. El premio mayor, el Martín Fierro de Oro, será elegido la misma noche de la entrega para evitar sospechas. También, claro, para darle mas suspenso a la elección. Y todo el mundo sabe que el suspenso es un gancho irresistible para el público. Todo sea por el rating.