Normalización del servicio de justicia

Ante la situación de colapso en que se encuentra la Justicia santafesina, fundamentalmente en Rosario y en la zona sur de la provincia, denunciada reiteradamente por La Capital, me permito formular algunas preguntas. Se trata de interrogantes cuyas correctas respuestas nos deberían hacer llegar a la conclusión de que tan grave situación -que afecta en su esencia a la organización republicana de nuestra sociedad- no demandaría un tiempo demasiado prolongado para su regularización. ¿Por qué en lugar de aumentar los sueldos de todo el Poder Judicial en un 30 por ciento -que llevó a montos desproporcionados en relación a otras áreas del gobierno y a las remuneraciones de relación de dependencia en general- no se mantuvieron los sueldos anteriores, comparativamente aceptables, y se incrementa en igual proporción (30%) el número de magistrados y funcionarios? ¿Por qué no se utiliza de una vez por todas el crédito de U$S 8.000.000 otorgado por el Banco Mundial para informatizar en serio la Justicia, lo que reduciría enormemente el tiempo de los procesos, estimado en un 30 o 40 por ciento de la demora actual? ¿Por qué no se puede aplicar la informatización, que trae tan evidentes beneficios, como se ha demostrado en provincias vecinas, ciertas jurisdicciones de la provincia de Buenos Aires y ciertos fueros de la Capital Federal? ¿Por qué subsiste la irritante desigualdad entre el número de juzgados entre Santa Fe y Rosario ya que en el caso del fuero civil y comercial existen diez juzgados en la capital provincial y en esta ciudad sólo quince, cuando proporcionalmente al número de justiciables y de juicios entrados debería existir una proporción de tres a uno a favor de Rosario? Por último, ¿ninguno de nuestros legisladores o el mismo Colegio de Abogados se atreven a formular estas preguntas y proponer sus sencillas y urgentes respuestas, para evitar el deficiente servicio de justicia?

Carlos Alberto Bertolino