El nuevo gobierno desechó el pedido de EEUU para adelantar elecciones

Ecuador desafía a la OEA y Washington

El ex presidente Gutiérrez permanecía anoche refugiado en la residencia del embajador brasileño

Quito. - El nuevo gobierno ecuatoriano calificó de "desconcertante" la actitud de la OEA de no respaldar de inmediato al flamante presidente Alfredo Palacio, y aseguró que Ecuador espera entregar "cuanto antes" un salvoconducto que avale la salida del ex presidente Lucio Gutiérrez del país para que este viaje a Brasil. El ex mandatario ha pedido asilo a Brasilia y se refugió en la residencia de su embajador, luego de no poder salir del país porque una multitud se lo impidió. Gutiérrez renunció en medio de una aguda conmoción social el miércoles. El nuevo gobierno ecuatoriano también rechazó realizar elecciones anticipadas, como auspiciaba EEUU. Mientras el flamante Ejecutivo relevaba ayer a la cúpula militar y policial, Estados Unidos evacuó su embajada, temiendo un asedio como el que ya sufren la sede de Brasil -para evitar la fuga de Gutiérrez- y las oficinas de la OEA en Quito.

"El tema de la Organización de Estados Americanos es desconcertante", expresó el nuevo canciller Antonio Parra. Fue la primera referencia del nuevo gobierno a la decisión de la OEA de reunirse en Washington para escuchar las explicaciones del embajador ecuatoriano sobre la forma en que Gutiérrez fue depuesto.

También aclaró que el gobierno está estudiando la petición de Brasil -que concedió asilo a Gutiérrez-, y "espera entregar el salvoconducto cuanto antes", medida que permitirá sacarlo de la residencia del embajador brasileño en Quito y trasladarlo en un avión de la fuerza aérea del país vecino a Brasilia. Esto si la gente que rodea el lugar lo permite.

Refiriéndose a la OEA, el nuevo canciller expresó que el organismo, "en cuatro meses de dictadura, en que se le pidió por todos los medios su intervención, su opinión, que mande relatores para hacer informes, y no movió un dedo; ahora que estamos 24 horas en democracia la OEA comienza a moverse", señaló. "Eso es extraño", dijo. En diciembre, Gutiérrez removió con el apoyo de una mayoría simple del Congreso a la Corte Suprema. Según los constitucionalistas ecuatorianos, hubiera necesitado de una mayoría especial. Esa decisión desató una ola de protestas que se agudizó en abril, cuando la nueva Corte declaró libre de toda culpa al ex presidente prófugo Abdalá Bucaram, cuyo partido es socio político de Gutiérrez. Bucaram volvió recientemente a Ecuador, pero su llegada sólo reavivó el descontento popular. Ayer, el polémico ex mandatario apareció en la vecina Venezuela.

Consultado acerca de la petición de asilo de Gutiérrez, el canciller reiteró que el gobierno de Palacio "espera entregar el salvoconducto cuanto antes, es una obligación". Previamente, había informado que la residencia del embajador de Brasil "está prácticamente sitiada por todo el pueblo que pide sanción. El problema básico es que el pueblo de Quito se cansó de que los jefes de gobierno sean unos auténticos malandrines que después se asilan". Alrededor de 50 personas permanecían en vigilia frente a la residencia. Estados Unidos admitió que evacuó su embajada. La decisión se tomó después de observar el asedio a la sede brasileña y el clima imprevisible que se vive en Quito.

El nuevo Ejecutivo también rechazó la "exhortación" estadounidense de adelantar elecciones. El ministro de Gobierno, Mauricio Gándara, rechazó hoy en cambio la sugerencia de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rica, de anticipar las elecciones generales. "La señora no tiene nada que ver con la situación interna del Ecuador. Tiene su país para hacer exhortaciones", dijo. La Casa Blanca aún no reconoció al médico Alfredo Palacio, hasta hace pocas horas vicepresidente de Gutiérrez, como nuevo presidente y abogó por la celebración de nuevas elecciones y el respeto al proceso constitucional.

El nuevo Ejecutivo del presidente Palacio también anunció ayer la remoción de la totalidad de los altos mandos de las FFAA y de la policía, en una medida que intenta poner distancia con los comandantes que ordenaron en los últimos días de poder de Gutiérrez reprimir las manifestaciones. Tres personas murieron en los incidentes que terminaron con la salida del poder del coronel.