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sábado,
23 de
abril de
2005 |
Una compañía que reluce
al sonar el dos por cuatro
El elenco de Mora Godoy baila su "Tango emoción"
"Andando por el mundo he visto mucha gente argentina enseñando tango pero es muy poca la que ofrece calidad", dijo a Escenario la bailarina y coreógrafa Mora Godoy, quien hoy, a las 22, y mañana, a las 20, presenta su nuevo espectáculo "Tango emoción" en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza.
"Es la primera vez que llego a las más importantes ciudades argentinas después de tres años de mostrar Tango emoción en escenarios de lugares tan diferentes como Finlandia, Chile o China. A su vez, es la primera vez que puedo bailarlo en mi país, porque yo aquí estuve dedicada todo el tiempo a la puesta anterior, Tanguera", manifestó la bailarina, que llega acompañada en lo musical por el Quinteto Lunfardo, que lidera Carlos Corrales, primer bandoneonista de la Orquesta Nacional de Tango Juan de Dios Filiberto, ademas de cantantes, actores y bailarines, que totalizan 19 artistas en escena. Godoy formará pareja de baile con el brasileño Antonio Cervila Junior, a quien definió como "el mejor bailarín de tango" que conoce.
Godoy estableció una clara diferencia entre su propuesta y el llamado tango "for export". "Cada vez que alguien menciona la cuestión del tango for export y lo confunde con lo que nosotros hacemos, me pongo muy mal. Creo que hay mucho tango for export y que ése justamente es el que está mal hecho. Es lo de poca calidad y hecho para el aplauso fácil del turista", señaló.
Para explicar mejor su posición, destacó hitos de una trayectoria de doce años con el género ciudadano: "El tipo de cosas que hago yo es algo totalmente distinto. Lo que hice para Maximiliano Guerra, para Tanguera, para esto que llevo a Rosario y todo lo creado hasta el momento por mí son coreografías que van de lo tradicional tanguero hasta lo moderno, cosas elaboradas que se permiten salir de los esquemas para buscar otra dimensión menos estructurada, con bailarines que están muy preparados, cosa que en el país del tango no sucede habitualmente".
La coreógrafa definió el estilo general y las exigencias de sus espectáculos indicando: "Un bailarín que ingresa a nuestros elencos se entrena tres meses en la técnica que aplico y que desemboca en un tango muy dinámico y con mucha técnica, muchos pasos y mucha velocidad, exigiéndose además conocimientos de ballet clásico y danza jazz. Esos son los elementos que logran que el espectáculo muestre eso que puede parecer acrobático para algunos pero que en realidad es profundamente artístico".
"Para mí, un bailarín de tango, no importa de dónde venga, si tiene formación profesional o no, tiene que emocionar, transmitir, mostrar que se le pone la piel de gallina, aunque por ahí lo que hace sea técnicamente algo sucio, en el sentido de que le puede falta prolijidad", dijo.
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