"No inscribir a un alumno repetidor es una manera encubierta de discriminarlo"

El director provincial de Media opina que no se mejora la escuela alejando a los chicos con problemas

María es alumna de una escuela privada de Rosario. En el ciclo pasado se llevó cuatro materias que no pudo aprobar en los exámenes previstos en diciembre y marzo. Ahora su escuela no la reinscribe argumentando que por reglamento "no aceptan alumnos repetidores". El caso de María no es el único, podría multiplicarse por tantos otros chicos y adolescentes que son expulsados en situaciones similares. El director de Educación Media y Técnica de la provincia de Santa Fe, Fernando Pisani, define a la situación como discriminatoria.

-Hay padres que se quejan de que sus hijos no son inscriptos en la escuela porque son repetidores, ¿qué opina?

-Estamos en total desacuerdo con ello. En esa medida se esconde una discriminación, y se abandona la función fundamental de la escuela: formar y educar a los futuros ciudadanos y ciudadanas. Están equivocados quienes piensen que sacándose de encima a los repetidores o chicos con problemas mejoran la calidad de la escuela. Y cuidado, esto no es una idea sólo de algunos directivos o de algunos docentes, es también la opinión de algunos padres. Y muchas veces de allí viene esa exigencia. Es probable que una escuela así, expulsora, discriminatoria, eleve sus calificaciones como promedio de las notas de sus alumnos, e incluso aumente el porcentaje de los alumnos que consiguen buenos resultados, pero ¿qué escuela es en valores? ¿Qué educa a sus alumnos? ¿La ley del más fuerte, de la competencia, de la selección de calidad por el mercado? ¿Qué nota sacaría en solidaridad social, en responsabilidad cívica? ¿Sería una buena escuela? Pensemos en el "alma" de esa escuela.

-El argumento que se utiliza es que muchos de esos alumnos tienen problemas de conducta y que ello trae aparejado menor calidad para todos y que si se pretende "salvar" a uno (generalmente el malo) se "pierden" cinco (buenos).

-Volvemos a lo mismo, cuál es la función de la escuela. Entre otras cosas la escuela debe enseñar a socializar, a convivir. Más en un mundo tan desgarrado por contradicciones e injusticias. Si no aprendemos a apoyarnos unos a otros, a tolerar al diferente, estamos reproduciendo el capitalismo salvaje. Es cierto que no es fácil tratar con chicos con problemas de conducta, ni para el docente, ni para el preceptor o el directivo, incluso para otros chicos, pero justamente esa es la cuestión: formar y educar. Sin valores no hay sociedad justa, y los valores no nacen de los árboles ni se compran en el supermercado, se construyen laboriosamente en todos los lugares, especialmente la casa y la escuela, si falla uno u otro estamos en graves problemas, si fallan los dos no hay esperanzas.

-Hay escuelas de gestión privada que hacen firmar a los padres un compromiso o reglamento interno donde se anticipa que si el alumno repite no puede continuar en esa escuela, ¿qué opina?

-No me consta que esto ocurra en las escuelas de gestión pública, pero sea donde sea, no importa qué modalidad de gestión tenga, porque ese papel (reglamento, compromiso o el nombre que adquiera) no tiene valor legal. Hay una ley que garantiza la educación, muchas otras que se oponen a la discriminación y distinto tipo de normas que están por encima de ese papel. Ningún padre está obligado a retirar a su hijo de la escuela porque repitió de año.

-Sin embargo, las escuelas privadas se escudan en el "derecho de admisión".

-La órbita de gestión privada no es mi ámbito de decisión. Igual entiendo que un padre que lleva a un hijo a esas escuelas sabe las reglas de juego. Pero el punto aquí no es ese "derecho de admisión", sino el de un alumno que ya ingresó a esa escuela, que incluso cursó varios años en esa escuela. Estamos hablando entonces si tienen derecho a una expulsión encubierta porque dicho alumno repite. Y eso es otra cosa.