| sábado, 27 de noviembre de 2004 | Rumores sobre renuncias de dos ministros Daniel Leñini / La Capital "Nadie, en este gobierno, tiene contrato asegurado por cuatro años. Salvo Maradona, que camina detrás mío, el resto puede cambiar". Esas palabras pronunció anoche en Rosario el gobernador Jorge Obeid, al cierre de un día cargado de rumores. Maradona, cabe aclararlo, es el apelativo que utiliza desde hace un tiempo para referirse a Roberto Rosúa, titular de la cartera de Gobierno.
Los rumores hablan de dos ministros en la cuerda floja, que podrían eyectarse en diciembre al cumplirse el primer año de gestión: Claudia Perouch, de Educación, y Roberto Ceretto, de Producción.
Luego del fracaso de las negociaciones con los médicos provinciales, el supuesto alejamiento de Perouch cobró tanta fuerza como su reemplazo por el médico radical Juan Héctor Silvestre Begnis, hijo del recordado gobernador desarrollista que tuvo esta provincia hasta mitad de los años 70.
El Canchi, como se lo conoce, gozaría de excelente llegada al titular de la cartera nacional Ginés González García. Bien mirado en la comunidad médica, se lo recuerdo también por haber compartido la fórmula a la Gobernación con Luis Changui Cáceres, en 1987, cuando perdieron frente a Víctor Reviglio-Antonio Vanrell.
Ayer se señalaba que su nombre podría terminar compitiendo con el del actual titular del Iapos (la obra social de los empleados públicos provinciales), Eduardo Piaggio (obeidista), o con el de Héctor Cavallero. El Tigre está actualmente a cargo de la Casa de Santa Fe en Buenos Aires.
"Por favor, no compre carne podrida", recomendó a La Capital un alto funcionario del gobierno provincial.
Lo mismo dijo cuando se lo consultó acerca de la partida de Ceretto y la llegada del diputado rafaelino Roberto Mirabella a ese despacho.
Sin demasiados éxitos para mostrar, a Ceretto lo habría terminado de jaquear otro conflicto gremial: el paro de los camioneros en reclamo de una baja en la alícuota de ingresos brutos.
Resulta que un proyecto que reduce el impuesto -consensuado nada menos que con el ministro de Hacienda, Walter Agosto- había ingresado a la Cámara de Diputados cuatro días antes del paro. La autoría corresponde a los legisladores Myriam Benítez, Laura Venesia y Gustavo Deheza, del bloque oficialista, y Ceretto obvió comunicárselo a los camioneros desde el jueves anterior hasta el lunes en que se cumplió el paro.
Recién se lo dijo por la noche, cuando el paro había terminado, por lo que el gobierno -se dice- sufrió inútilmente una medida que bien podría haber sabido eludir. enviar nota por e-mail | | |