El presidente dijo que no hizo "ningún reproche" al ministro de Economía

Fuerte respaldo de Kirchner a Lavagna tras la postergación del canje de deuda

Fernández negó peleasen el gabinete y Duhalde ledijo al ministro que harálo que sea "para ayudarlo"

El presidente Néstor Kirchner respaldó la gestión del ministro de Economía, Roberto Lavagna, y aclaró que no tiene "reproche alguno" contra el titular del Palacio de Hacienda por las demoras en la puesta en marcha de la reestructuración de la deuda. El gobierno salió así a desactivar la imagen de controversias dentro del gabinete, alimentada con las versiones sobre una supuesta pelea entre el titular del Palacio de Hacienda y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

El propio Fernández salió ayer a bajarle el tono a la discusión en torno de las trabas en el canje. "No sé si hubo una falla del ministro de Economía, y lo que sé es que cuando uno está trabajando los problemas aparecen y esto es lo que ha pasado, sin tremendismos, simplemente hay que resolverlo", dijo.

Más enfático fue el ex presidente Eduardo Duhalde, quien aseguró que Lavagna "sabe que cualquier necesidad que tenga para su gestión y que esté a mi alcance para ayudarlo, lo voy a hacer".

En tanto, Kirchner, al inaugurar una planta pesquera en Puerto Madryn, enfatizó que "bajo ningún aspecto" hubo "reproche alguno" para Lavagna por la postergación del canje de bonos.

Más temprano, el ex presidente Eduardo Duhalde habló por tres radios para apoyar la gestión del jefe de la cartera económica. "La negociación del gobierno ha sido buena", dijo el actual presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, para quien se necesita "que haya un sólido apoyo" y "no empezar a generar conflictos entre los funcionarios del gobierno". También señaló que Kirchner y Lavagna "hacen una muy buena dupla".

El jueves, el propio Lavagna salió a respaldar públicamente al equipo de funcionarios que lo acompaña en las negociaciones con los bonistas extranjeros, en un acto de la Unión Industrial Argentina (UIA) al que asistió acompañado los secretarios de Finanzas, Guillermo Nielsen; y de Coordinación, Leonardo Madcur.

Precisamente contra esos funcionarios de segunda línea habían apuntado sus cañones los funcionarios más cercanos a Kirchner, según las versiones periodísticas que circularon con insistencia desde que se conoció la noticia del aplazamiento del canje.

Por su parte, el presidente aseguró que el gobierno va a "llevar a buen puerto" la reestructuración de la deuda en default, y restó importancia a las demoras en el lanzamiento del canje de bonos, que adjudicó a una serie de "dificultades administrativas".

El primer mandatario sostuvo que el gobierno es "optimista" respecto de la resolución del canje, y aseguró que la reestructuración de la deuda se llevará adelante "defendiendo los intereses de los argentinos".

Kirchner también restó dramatismo a la renuncia del Bank of New York como agente colocador de los nuevos bonos en el exterior, y consideró que "ese no es el mayor problema, porque si se consigue un agente fiduciario, se terminó" el inconveniente.

"Estamos trabajando en estos momentos", confirmó además, ante la consulta sobre las negociaciones para cerrar un nuevo acuerdo con una entidad que coloque los títulos que se ofrecerán en el canje.

"La Argentina quiere cumplir pero defendiendo los intereses propios", aclaró Kirchner, y añadió que "algunos quisieran que nos volvamos a arrodillar, pero la Argentina no se arrodilla más, y no quiere recetas que no sean las de los argentinos".

El Presidente también destacó que "vamos a hacer la quita más importante del mundo", y reiteró que "estamos dando batalla" contra quienes conspiran contra el éxito de la operación.

Entre esos intereses que se oponen al canje en los términos actuales, mencionó a "estos señores del Fondo Monetario Internacional que ahora se hacen graciosas autocríticas".

El gobierno ya había denunciado la semana pasada que detrás de las postergaciones en el proceso de salida del default -que generaron tanto el Bank of New York como la Consob italiana- estaba "la mano del Fondo Monetario".

La decisión de postergar el lanzamiento del canje en Buenos Aires para no desdoblarlo del tramo internacional fue bien recibida en el ambiente financiero, cuyos voceros habían recomendado ese aplazamiento ni bien se conocieron las trabas en Italia y Nueva York.

La postergación también contó con el beneplácito de los empresarios, que restaron importancia a la demora siempre y cuando se alcance una buena negociación.

No obstante, algunos analistas advierten que ese lapso de tiempo permitirá a los grupos de bonistas más influyentes desplegar toda su fuerza de lobby para que el gobierno vuelva a conceder.

Kirchner en Puerto Madrin con directivos de Panapesca.