| sábado, 02 de octubre de 2004 | Otro gran golpe Newell's ganó y se trepó a la punta del Apertura Mauricio Tallone / La Capital Newell's dio otro golpe con autoridad en el Apertura. Ahora que no quedan dudas sobre su buen momento, el equipo de Gallego entró en una etapa superior, en la que está obligado a estabilizarse en un nivel que lo mantenga como uno de los candidatos exclusivos del campeonato. En ese sentido, anoche frente a Estudiantes reforzó ese calado colectivo que le permite convivir con un estado de gracia y, de yapa, se trepó a la punta del torneo Apertura.
Pero como nunca, la importancia del triunfo rojinegro hay que encontrarla en el rival que se sacó de encima. Porque Estudiantes de inmediato mostró que iba a ser un equipo pegajoso, indesmayable a la hora de pelear cada pelota y que no escatimó raciones de entrega y sacrificio para encauzar el trámite al terreno de la conveniencia.
Por eso a los 3 minutos, un descuido de la defensa rojinegra propició que Maggiolo enviara un centro a la cabeza de Pavone, pero el delantero pincha se mareó en la soledad y su impacto no le acertó ni al arco. La otra señal de alerta que se instaló en el área de Villar también tuvo a Pavone como protagonista. Fue cuando capitalizó con gusto un regalo de Maidana y Ré, tiró el centro para la entrada de Aquino, quien con el arco a su entera disposición, se demoró y permitió que Vella llegara al cruce.
Mientras el conjunto de Merlo sentaba jurisprudencia en las áreas, la contestación rojinegra sólo cubría el casillero de la media distancia. En ese espacio probaron en seguidilla Marino, Scocco y Ortega, pero ninguno sacó a Herrera de sus lánguidos movimientos.
Estudiantes siempre advirtió que podía discutir sin complejos el desarrollo. Aunque con el paso del tiempo Newell's empezó a encontrar respuestas en algunas de sus individualidades, que fueron la punta de lanza y la locomotora a la que se enganchó el resto del equipo.
El valor de esta pretensión de Newell's mutó en certeza ambiental cuando el Tano Vella trepó por su sector, obligó al error rival y a que Cardozo le cometiera penal a Fernando Belluschi. Lo que vino después fue un solo del Burrito Ortega, que se adueñó de la pelota y transformó en grito visceral la pasión que bajaba de las tribunas del Coloso.
El último episodio de partido hubiera sido más tranquilo para Newell's si Gallego no desconectaba el envión con sus cambios inoportunos. Sacó a Scocco, el punta que estaba acompañando a Ortega, para darle un perfil más diligente al mediocampo con el ingreso del Pepi Zapata. A todo esto ya estaban en la cancha el pibe Penta y Steinert y por eso la reacción para aguantar la ventaja resultó muy laxa. Al punto que Newell's se retrasó peligrosamente y si no fuera por la pifia de Romero y por los reflejos de Villar para volar y tirar al córner un cabezazo de Silvani, el resultado hubiera premiado también a los platenses.
Pero por encima de todo, Newell's hizo lo que hasta no hace mucho le costaba una enormidad. Se sacó de encima a un rival que venía pisándole los talones a los de arriba y de pasó sentó las bases para instalarse en la punta del Apertura. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |