Año CXXXVII Nº 48528
La Ciudad
Política
Economía
La Región
El Mundo
Información Gral
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 29/09
Autos 29/09
Turismo 26/09
Mujer 26/09
Economía 26/09
Señales 26/09


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 02 de octubre de 2004

La noche más soñada para la vuelta de Ortega
No jugó bien pero marcó su primer gol en Ñuls y le dio el triunfo

Gustavo Conti / La Capital

Las crónicas de todos los diarios resaltarán la noche de Ariel Arnaldo Ortega. Jugó su segundo partido oficial tras el regreso a las canchas, marcó su primer gol en Newell's y el primero después de más de dos años en el fútbol argentino. Y además, esa conquista sirvió para que el conjunto rojinegro gane y trepe a la punta del Apertura. No podía ser más redondito. Tanto, que el análisis de una actuación deslucida queda en el segundo plano.

Cuando Bassi pitó marcando el punto del penal, Ortega no dudó un segundo. ¿Quién sabe si estaba estipulado? Tomó firme la pelota en sus manos y se dirigió al punto de sentencia. Tranquilo, tomó una corta carrera como es habitual en él. ¿Se acordaría cómo era? ¿No era mucha suficiencia? No, en absoluto.

Bassi dio la orden, Ortega trotó, se frenó para el amague y allí, claramente, la imagen repetida de la televisión, marcó cómo el arquero Herrera se inclinó levemente hacia su derecha. Vivo el Burrito, pateó suave, muy suave hacia el otro palo y desató un festejo inenarrable. No sólo de los hinchas. De él primero. Salió corriendo hacia la vieja platea y enseguida sus compañeros lo apretujaron, ganándose así ser tapa de todos los deportivos de hoy.

Hasta allí, poco y nada se vio de su habilidad y sus gambetas. La implacable marca de Meléndez no se lo permitió, como tampoco su falta de ritmo. Quiso, intentó mostrarse, pero nunca pudo pesar.

La posición de enganche no lo favoreció en el primer tiempo. Demasiada responsabilidad en el armado del juego para alguien que viene sin jugar después de tanto tiempo, y que encima cuando regresó tuvo que pararse. Lo mejor de la primera parte fue un córner que ganó en una pelota perdida con Cáceres.

En el complemento, cuando Gallego lo mandó de punta, realizó una buena combinación con Belluschi que terminó en un buen centro a la cabeza de Marino, quien la tiró afuera a la carrera. Enseguida vino el gol y casi nada más.

A los 30', y pese a que se lo notaba cansado, Gallego insólitamente sacó a Scocco (antes había sustituido a Borghello por Penta) para meter a Zapata, con lo que metió innecesariamente atrás al equipo. Newell's mantenía a Estudiantes lejos de Villar pero de allí en más fue al revés.

Durante 5 minutos, un cansado Burrito estuvo solo arriba y entonces el Tolo hizo la lógica y puso a Steinert, aunque Newell's siguió metido en el fondo. Pero eso fue harina de otro costal. En ese instante Ortega recibió una ovación tremenda y el gol le devolvió la sonrisa. Para rendir más, hay tiempo.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


Notas Relacionadas
Newell's ganó y se trepó a la punta del Apertura


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados