PERFIL

"La Victoria o el Paraíso"

Moscú. - Shamil Basayev, el "terrorista Nº 1" para las autoridades rusas, temible caudillo y líder de los separatistas radicales chechenos, reivindicó la mayor parte de los atentados y ataques perpetrados en Rusia. Basayev es un hombre pequeño, de 39 años, ojos marrones y espesa barba negra, y un islamita integrista.

El Servicio Federal de Seguridad Ruso (FSB, ex KGB) había ofrecido la semana pasada 300 millones de rublos (10 millones de dólares) por toda información que permitiese "neutralizar" al líder radical. Dirige desde hace dos años una "Brigada Islámica de los Mártires", que ayer cita en su comunicado. "Nuestra divisa es la Victoria o el Paraíso", afirmó.

Basayev ya se adjudicó anteriormente la gigantesca toma de rehenes del teatro Dubrovka en Moscú en octubre de 2002 (130 muertos entre más de 800 rehenes) y un atentado suicida en agosto de 2003 contra un hospital militar en Mozdok (Osetia del Norte, más de 50 muertos).

Al terminar la primera guerra ruso-chechena (1991-1996) tenía una imagen de combatiente intrépido y valiente, especialista en las operaciones militares espectaculares. Comienza su carrera luchando del lado de los separatistas azeríes durante el conflicto de Nagorno-Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia.

Regresa a Chechenia en 1994 y participa en la guerra contra los rusos. Allí establece su reputación de combatiente, tomando una parte decisiva en la reconquista relámpago de Grozny, en agosto de 1996. Entre sus acciones se destaca la primera toma de rehenes a gran escala en el sur de Rusia en 1995 en Budennovsk, que se salda con 166 muertos y la inmunidad para el comando de Basayev por Moscú.


Un islamita radical
Luego lidera una rebelión islamita en Daguestán, república caucásica fronteriza de Chechenia, que dirige en agosto de 1999 con el caudillo de origen saudita Jattab, muerto envenenado por agentes rusos en abril de 2002. En esa época afirma pertenecer al wahabismo (islam radical de la rama sunita, la misma de Al Qaeda).

Luego de esta incursión y de una serie de atentados dinamiteros en Rusia (300 muertos), que Moscú atribuye sin pruebas a los independentistas y fundamentalmente a Basayev, los rusos lanzan la segunda guerra de Chechenia, el 1º de octubre de 1999. Basayev sufre una grave herida cuando los independentistas abandonan Grozny ante el avance ruso, en enero de 2000. Pisa una mina y los médicos deben amputarle la pierna derecha a la altura de la rodilla. Pero sobrevive y continua liderando al independentismo checheno islamita.