| sábado, 18 de septiembre de 2004 | Biotecnología: la movida de los locales Cómo ven los científicos rosarinos los nuevos emprendimientos científico-tecnológicos Marcos Cicchirillo / La Capital Si todos los proyectos relacionados con la biotecnología cumplen los plazos previstos, Rosario en el 2005 se transformará en uno de los principales centros de investigación y desarrollo tecnológico del sector de Latinoamérica. Frente a esto, cómo se preparan y qué dudas tienen los científicos locales para afrontar las nuevas perspectivas que se abren para ellos y la economía local en su conjunto.
El conflicto desatado entre los actores del campo por el reclamo de Monsanto de cobrar royalties por cada tonelada de soja puesta en puerto expuso una vez más la fragilidad y dependencia del sector a insumos derivados del petróleo y biotecnológicos importados para seguir creciendo.
Los investigadores rosarinos coinciden que es un momento propicio para el articulado de políticas conjuntas entre el sistema científico, tecnológico y sector privado. "Hay un punto de inflexión en este momento, que coincide con la etapa que están atravesando también algunos empresarios, fundamentalmente del campo e informática", señala Claudia Balague, decana de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas e investigadora del Conicet.
Aunque estos profesionales leen un cambio político de los distintos niveles de gobierno de cara al sistema científico, y creen que falta todavía un largo camino para dejar atrás el estado de "subcrítico" en que se encuentra. Además ven que esta transformación "cultural" también es difícil para muchos empresarios.
Por estas razones, los científicos de los seis centros de investigación del Cerider dieron algunos pasos hacia adelante y desde hace más de un año conformaron una mesa con representantes de cada instituto para acelerar los procesos de vinculación tecnológica con el medio.
Los frutos: compromisos de inversiones por más de 60 millones de pesos en el área de biotecnología y, poco a poco, el acercamiento de nuevos actores para crear el Parque Científico Tecnológico Rosario, así como los avances para la mudanza de los institutos al predio del Cerider después de un cuarto de siglo. Además de los centros de investigación en biología y biotecnología, Rosario cuenta con científicos en física, educación y química.
Los investigadores resaltan entre las potencialidades que se abren con las nuevas inversiones, los emprendimientos relacionada con la genómica vegetal, informática, formación, etcétera. Aún los físicos locales, que después del estallido de la biotecnología desde descubrimiento del ADN quedaron a un segundo plano, se muestran entusiasmados en cierto "efecto derrame" para generar proyectos de transferencia al medio en la región.
A diferencia de lo que sucedió con la informática en el país, donde surgieron primeros las empresas y ahora buscan avanzar en las ciencias duras, los investigadores como el director del Cerider, Alejandro Cecatto, imaginan que el impulso de estos proyectos de investigación servirá para que empiecen a germinar en la región empresas abocadas a la biotecnología.
Federico Rojkin, presidente de la firma rosarina de productos para diagnóstico Wiener, coincide en señalar que, más que una competencia, hay un "apalancamiento" para el crecimiento de un sector "que nunca deberíamos haber relegado", se lamenta el descendiente de quien hace 40 años creó una empresa que vio el negocio de apostar a la investigación y al desarrollo.
Rojkin consideró que con la conformación de recursos humanos de los últimos años se está en un período justo para que explote el sector y que no teme que se genere un "robo" de profesionales capacitados para los nuevos proyectos. A lo cual, Balague agregó que la universidad, más allá de los nuevos proyectos que están previstos (como la fábrica de medicamentos para el 2005), difícilmente podría absorber la totalidad de esos recursos. Es más, este año la matrícula de alumnos creció alrededor de un 30% (1.200 inscriptos).
Eduardo Ceccarelli, director del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBR), señala que serán importantes las definiciones en los próximos meses en materia de políticas públicas para el sector científico y bregó por medidas tendientes a evitar un trasvase masivo de científicos a tecnólogos. "Es necesario el desarrollo de vinculadores tecnológicos, porque hoy gracias a que existen científicos podemos hacer todo esto", apuntó con la mirada puesta en la estrategia a largo plazo.
Hugo Permingeat, investigador del Cefobi, comulga con sus pares en estudiar y adaptar algunos de los modelos exitosos en otras partes del mundo sobre gestión tecnológica. Los distintos científicos pusieron como ejemplo grupos de gestión como hay en Inglaterra, España u otros países, que sirven de "intérpretes" entre los científicos y el sector privado.
Vinculadores tecnológicos Ceccarelli resalta que hoy un investigador en la Argentina pierde mucho tiempo para cumplir interminables trámites burocráticos. "Hasta en países como Chile o Brasil los investigadores cuentan con personal especializado para el patentamiento de invenciones", explicó el investigador.
En la última asamblea de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) comenzaron a buscarse los mecanismos para formar recursos humanos para atender esta confluencia entre el mundo académico y el privado. Inclusive se estudia la posibilidad de traer especialistas de otros países para avanzar más rápido en el tema, pero algunos de los que participaron de la asamblea señalaron que la idea no apunta a la creación de una nueva "carrera" universitaria o terciaria.
El proyecto del Parque Científico Tecnológico generó que dentro la UNR también se abriera el debate sobre la unificación de las direcciones de vinculación tecnología, hasta ahora disgregadas en cada facultad y con escasos o nulos resultados sobre transferencia al medio. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rosario apunta a ser un polo de referencia. | | |