| miércoles, 15 de septiembre de 2004 | Editorial Ejemplo en momentos difíciles Horas críticas atraviesa la educación pública en la provincia de Santa Fe. El paro docente se exhibe como una dolorosa herida abierta en el cuerpo de la sociedad, que por ahora no cierra. Mientras cada ciudadano aguarda con esperanza que finalmente prime la cordura y se llegue a un acuerdo que en última instancia beneficiará a los chicos -únicas víctimas del duro conflicto-, una noticia difundida ayer reflejó con nitidez que, pese a la notoria caída del nivel que se ha registrado en las últimas décadas, la educación pública continúa dando frutos en un país que intenta reencontrarse con lo mejor de sí mismo. Claro que ese reencuentro no será sencillo porque implica, en primer término, el ejercicio de la autocrítica; en segundo, la reconstrucción de la esperanza; y en tercero, la puesta en escena del tesón y la capacidad de trabajo. Pero existen ejemplos alentadores, muchos de ellos más cerca de lo que se cree, y -hecho que resalta su valor- producidos por los jóvenes.
La información a que se hizo mención previamente es la divulgación de la lista de los "abanderados" de la Universidad Nacional de Rosario del año pasado, 2003. Entre ellos se destacó la "performance" de Alejandro Kocsard, licenciado en matemática de veinticinco años que obtuvo a lo largo del cursado de la carrera el notable promedio de 9,92. Pero más allá de tan impresionante dato, los lectores que subieron un segundo escalón informativo con toda seguridad se detuvieron en la cerrada defensa que tanto este joven actualmente becado en Brasil como los restantes "abanderados" hicieron de la educación pública.
"Ahora que trabajo con gente de todo el mundo me doy cuenta de que recibí una formación de primer nivel, a pesar de todas las dificultades que enfrenta la Universidad pública argentina", dijo Kocsard. Y Patricia Poignante, la destacada en antropología, amplió y profundizó el concepto: "La Universidad pública sigue siendo un lugar donde, aun con dificultades, un trabajador puede ir y formarse, lo cual no me parece poco hoy en la Argentina".
Y no es poco, sin dudas. Pero ello no obsta para que la situación presente muchos más rasgos que provocan preocupación que aquellos vinculados con potenciales satisfacciones. El Estado debe volcar los recursos necesarios para que casos como el de estos brillantes jóvenes se multipliquen. Mejorar la calidad de la educación es crucial para dejar atrás la crisis. enviar nota por e-mail | | |