Madame Bovary

Leí el sábado un Voz Baja sobre la idea de implementar una tarjeta magnética para pagar el taxi evitando manejar dinero. Leí ayer martes 14/09 la carta del concejal Alberto Cortés explicando que su proyecto para implementar una tarjeta magnética destinada al servicio de taxis no es copia del nuestro -mío y de Héctor Camiletti- porque él, Cortés, propone una tarjeta inteligente. Por contrario imperio propongo una tarjeta boba. Cortés remata su carta con lúcidos razonamientos sobre el progreso humano que, a su juicio, no puede paralizarse simplemente porque se tome una idea y se la repita con mínimo adorno. Cortés es un profesor universitario de nota, es el que más sabe de energía solar en esta zona del país y es un militante honesto de la izquierda. El criterio que expone como justificativo tiene el encanto de favorecer el progreso humano y el peligro de apropiarse de creaciones ajenas. Cortés lo hizo de buena fe. Cabe preguntarse: si la magistral obra de Flaubert, Madame Bovary, se reescribe asignándole al marido de Emma la condición de ingeniero en vez de médico y en lugar de transcurrir en Francia se la ubica en Italia, ¿es plagio o no? De mi parte no acuso a Cortés de plagio, el aporte del chip inteligente a su tarjeta para taxistas, que siguen siendo víctimas de asaltos todas las noches, cambia todo. Vengo proponiendo eliminar la tasa de contraste que pagan los rosarinos al abonar la factura de la EPE. ¿Será plagio o contribución al progreso si en vez de eliminar ese impuesto municipal estafatorio alguien propone suspenderlo sin término?

Evaristo Monti, concejal del PJ