Coudet volvió a ser el Chacho

El volante jugó el mejor partido desde su vuelta al club y además anotó el gol

Sin hacer nada de otro mundo, Eduardo Coudet jugó contra Lanús el mejor partido desde su vuelta a Central. Y esta referencia no sólo descansa en el hecho de que el Chacho fue el autor del gol canalla (el primero tras su vuelta), sino que su aporte por momentos lo mostró como aquel volante trajinador y punzante que supo coleccionar elogios del pueblo canalla.

Precisamente en el mismo momento en que su definición puso a tiro a Central de la demorada victoria, el Chacho enfiló hacia el sector en donde estaban los hinchas canallas y sus oídos volvieron a disfrutar el clásico "Oleeé, oleeé, Chacho, Chacho", que además motivó que el volante se tocara el corazón y besara la camiseta.

Pero volviendo a lo meramente futbolístico, a Coudet lo ayudó a mejorar su juego la nueva posición que le designó Zof en el armado del mediocampo. Otra muestra de esto fue la ocasión que tuvo en el complemento cuando Cámpora no llegó a empujarla y Papa no llegó a concretarla. La soltura con que se manejó por el sector derecho le permitió transitar con criterio ese andarivel y no pensar tanto en los relevos y las marcas, cuestiones de las que se encargaron alternadamente Ledesma y Andrés Díaz.

Coudet, que había anotado su último gol, a través de un penal, con la camiseta de Central el 31 de mayo del 98 en la derrota 3 a 2 frente a Independiente, protagonizó una actuación como para que el hincha auriazul empiece a creer de nuevo en las condiciones que lo depositaron al sitial de ídolo.

El Chacho intenta pasar entre Velázquez y De Bruno. En Lanús se vio la mejor versión de Coudet.