| | domingo, 12 de septiembre de 2004 |
 | No brilla por su dinámica
En un principio fueron sólo rumores de corrillo literario. Cuando tres o cuatro hombres de la cultura se reunían en un café rosarino, los dardos se volvían inevitables. Pero claro, en un comienzo las balas que se disparaban eran de goma. Una queja acerca de la indiferencia que manifestaba hacia los creadores, una observación sobre el asfixiante entorno burocrático que lo rodeaba, una crítica a su lentitud para tomar decisiones... Así empezó todo. Sin embargo, lo que surgió como murmullo se fue convirtiendo, con el tiempo, en clamor. Y las chicanas de café se transformaron en argumentos sólidos y fundamentados. El blanco de tanta disconformidad no es otro que el subsecretario de Cultura de la provincia, Raúl Bertone. Es que la pregunta que muchos se hacían cuando se inició su gestión -¿por qué elegirlo a él, habiendo tantos referentes de mayor prestigio en la provincia de Santa Fe?- terminó encontrando una respuesta lógica: para imprimirle al área de cultura una dinámica típicamente "santafesina". ¿No será hora de despertar de tan prolongada siesta? Sobre todo, si se tiene en cuenta la inminencia del Congreso de la Lengua Española.
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Una aparición providencial
Ahora sí estamos salvados. Esa fue la reflexión que le mereció a un periodista una noticia que aquellos que están preocupados por el bajo nivel de las dirigencias argentinas recibieron como un trago de agua fría en medio del desierto: Graciela Alfano anunció que se dedicará a la política. En charla con una emisora radial porteña, la actriz y vedete abrió ayer una luz de esperanza: no son pocos quienes creen que su presencia significará un aporte fundamental para una clase política devaluada e incapaz de renovarse. Lo concreto es que los inquietos cronistas del rubro -encabezados por uno de barba sesentista- ya están haciendo cola para entrevistarla. Qué se le va a hacer, es comprensible: más allá de que Carrió se haya renovado, la comparación le resulta desfavorable.
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Yo estaciono donde quiero
El periodista y ex camionero de Chovet es muy popular en su pueblo y saludado con cariño por todos, o casi todos, los habitantes de esta pintoresca localidad del sur santafesino, cuya mayoría es de origen croata. A pesar de que hace varios años se radicó en Venado Tuerto, el hombre se da una vueltita semanalmente. Hace unos días citó al presidente comunal en la confitería de uno de los clubes chovetenses ubicado frente a la plaza principal, para hacerle una nota. El escriba llegó en su vetusto Peugeot 504 y estacionó a 45 grados frente a la sede del club, pero como el sol pegaba fuerte subió la mitad del coche a la plaza para que quedara bajo la sombra de un árbol. "¿Qué hacés?", le espetó un colega cuando se bajó del auto. "No pasa nada, este es mi pueblo", dijo el infractor mientras se sentaba a una mesa. Cuando el presidente comunal llegó, se invirtieron los roles: es que la primera pregunta la hizo él.
- ¿Viste qué linda está la plaza? ¿Te gusta cómo quedó el cordón pintado de blanco?
- Sí, quedó bárbaro.
- ¿No te parece que las gomas de tu auto pueden ensuciar la pintura al estacionarlo sobre la plaza?
-Es que no tengo aire acondicionado y después me cocino.
-Sí, sí, pero no, cerró el jefe comunal, inflexible.
Colorado por la vergüenza y herido en su orgullo, el periodista se levantó y disimulando para que los parroquianos no notaran el llamado de atención, bajó el auto del verde cesped y lo aparcó correctamente. "Tenés razón. A veces me desubico", admitió, todavía ruborizado. Esperemos que aprenda la lección. El pueblo no es de él solo. |
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 | "Nadie le hace frente a Kirchner"
Carlos Fara
Encuestador y consultor político internacional | Ver noticia  | |
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La Ciudad
