Conmoción mundial y pedido de explicaciones

El presidente estadounidense George W. Bush calificó de "macabro recordatorio" de la amenaza terrorista mundial a la masacre. El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, estaba "conmocionado" por el desenlace de la toma de rehenes. La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Carol Bellamy, interpretó la tragedia como un nuevo y muy desalentador desarrollo de la violencia. Subrayó que los niños mantenidos como rehenes fueron privado s por casi tres días de agua y comida. "Esto es inaceptable, incomprensible y falto de todo sentido. Si ya ni siquiera nuestros niños son considerados intocables, ya no nos queda nada", concluyó. El primer ministro británico, Tony Blair, le escribió a Putin: "Es difícil expresar en palabras mi repudio a la falta de humanidad de los terroristas que están dispuestos a ocasionar tal sufrimiento a niños y a sus familias". La Unión Europea fue más allá, y además de expresar su horror pidió explicaciones a Rusia. "Nos gustaría que las autoridades rusas explicaran cómo ocurrió esta tragedia", reclamaron los 25 países de la UE en una declaración de la presidencia.