Sobre el Día Internacional de la Alfabetización

Cada 8 de septiembre, se conmemora el Día Internacional de la Alfabetización. Una jornada celebrada por recomendación de la Unesco. Su antecedente se encuentra en las disposiciones de la Primera Reunión del Congreso Mundial de Ministros de Educación, realizado en Teherán (Irán) en 1965 (del que participó Argentina) y donde se determinó unificar acciones para "la erradicación del analfabetismo".

Sin embargo, la fecha también es una ocasión para reflexionar -tal como lo plantea Emilia Ferreiro- sobre qué significa alfabetizar hoy en un mundo tan desigual. Para el caso, y ante la insistencia de escuchar hablar de las nuevas brechas que generan las nuevas tecnologías, la educadora recordó que la misma no es menos importante que otras. "La brecha digital sí existe, pero no es la única brecha existente, porque que haya más conexiones a Internet en Manhattan que en toda Africa es escandaloso pero no es menos escandaloso que otras desigualdades con las que convivimos hace décadas", señaló.

De inmediato recordó que "esta brecha digital se superpone a la brecha de la alfabetización que ya conocíamos, esa deuda eterna que venimos arrastrando". "Estamos en la Década de la Alfabetización", dijo Ferreiro citando los anuncios de la propia Unesco sobre este decenio propuesto por el organismo internacional para los próximos diez años (desde 2003) con una serie de acciones para alcanzar un mayor número de alfabetizados.

Sin embargo, Ferreiro advirtió sobre las contradicciones de tales anuncios, al recordar que es el mismo actual director general de la Unesco (Koichiro Matsuura) "quien ha tenido la poco afortunada idea de nombrar a la esposa de l presidente de los EEUU George Bush como embajadora especial de dicha Década, probablemente para celebrar -ironizó Ferreiro -el regreso de EEUU a la Unesco, luego de 20 años de ausencia".

La educadora argentina que visitó Rosario destacó una vez más que "no es más preocupante la brecha digital que los huérfanos del Sida y de las nuevas guerras preventivas que claman justicia, o que el reclamo de los desocupados o quienes sobreviven con menos de un dólar diario". También, añadió, "el aumento de la concentración de la riqueza en pocas familias y empresas es tan escandaloso como el número de niños que nacen con una esperanza de vida menor a los cinco años".