| sábado, 04 de septiembre de 2004 | Fierreros del Cono Sur en Porto Alegre "No llamaría la atención que en pocos años más tengamos maquinaria desarrollada en conjunto por empresas de Argentina y Brasil". Así lo expresó Roberto Delafosse, directivo del Inta y jurado del premio Gerdau a "los Mejores de la Tierra", quien no duda en señalar que "en algunos casos será lo más conveniente para favorecer el desarrollo y por los costos".
La presentación del premio Gerdau en Porto Alegre, capital de un Estado en el que se produce el 60% de la maquinaria agrícola brasileña, permitió reunir a fabricantes de equipos de uno y otro lado de la frontera, protagonistas de una relación tan turbulenta como de admiración.
Según Delafosse, existe" un alto grado de compatibilidad técnica entre la maquinaria argentina y brasileña", ya que en ambos países "se nota un crecimiento muy importante en electrónica, hidráulica y neumática, con una tendencia a la mayor autonomía de los equipos, mucha preocupación por la seguridad y ergonomía del conductor, así como de la facilidad del traslado de los equipos de un lugar a otro".
Luiz Fernando Coelho de Souza, profesional a cargo d ela comisión de premios, destacó el acercamiento industrial de Argentina y Brasil. "Lo vi en Expochacra y me quedé encantado", dijo.
En rigor, la relación entre los fabricantes de maquinaria argentinos y brasileños es tormentosa. Mientras los argentinos se preocupan por el crecimiento de las importaciones de tractores y cosechadoras fabricados por multinacionales radicadas en Brasil, son admiradores del sistema de promoción industrial brasileño.
El brasileño Coelho de Souza reconoció que los programas de promoción crediticia para los productores brasileños que compren máquinas nacionales son "un buen propulsor del crecimiento de las empresas". Pero también destacó la competitividad de sus fierros.
Jorge Riquelme Sanhueza, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile, explicó que en ese mercado, neto importador de maquinaria, el 50% de los fierros proviene de Brasil y el 30% de la Argentina. "Chile desarrolla una agricultura intensiva de exportación y la sustentabilidad de su sistema productivo depende de un nivel apropiado de mecanización", explicó. "Con Argentina el problema es el tamaño de la maquinaria, allí se construyen máquinas muy grandes y nuestra realidad es de pequeños productores, que con 12 hectáreas ya son empresarios", agregó. La maquinaria argentina entra en ese país, sobre todo en el sur, "donde las propiedad son más grandes y tenemos más producción de granos". enviar nota por e-mail | | |