 | martes, 08 de junio de 2004 | La realidad indica que los equipos rosarinos se nutren cada vez menos de sus semilleros Inferiores: Más capital que fútbol Los clubes de barrio locales ya no centran la atención de sus jóvenes promesas en Central y Newell's Mariano Bereznicki / La Capital Ya nada es como entonces. La presión que reina sobre el mundillo futbolístico, por diversas cuestiones, desvirtúa el mapa genético de las divisiones inferiores constantemente. Sobre todo en los últimos años, donde los jugadores de los equipos más representativos de esta ciudad deben lidiar en cada inicio de temporada contra algunas determinaciones o incorporaciones que se resuelven entre más sombras que luces. Habría que remontarse a algunas décadas para recordar que Central, Newell's, Central Córdoba, Argentino y Tiro Federal se nutrían año a año con productos genuinos de sus canteras y se erigían en protagonistas en los diversos torneos. Merced a eso, Rosario fue catalogada como la capital del fútbol argentino. Pero ya nada es como entonces. Porque ya no salen tantos talentos al profesionalismo. No porque no los haya, sino porque además la mayoría de las instituciones se vieron obligadas a centrar su infraestructura en otra órbita. Ahora, los clubes de barrio, que antes colaboraban con los grandes de acá, tratan de subsistir o hacerse fuertes aferrándose a la mano de un grupo empresario o enviando a sus jóvenes proyectos al exterior.
Estamos como estamos. No por casualidad los equipos de esta ciudad no tienen grandes alegrías desde hace mucho tiempo. Basta pegar un vistazo al presente para ver la triste realidad que invade, sobre todo, a Central y Newell's.
Los canallas cuentan con un plantel profesional repleto de futbolistas nacidos fuera de esta ciudad. Julio Gaona, Mariano Messera, Gustavo Barros Schelotto, Mariano Herrón, Clarence Acuña y Ronald Raldes son acaso algunos de los que privaron, de alguna manera y por así decirlo, de cederle su lugar a un chico criado por años en la cantera canalla.
Muchos dirán que estos jugadores posibilitaron que Central se salvara del descenso. Es cierto. Pero lo que también es verdad, es que ahora se irán casi todos porque caducan sus contratos y los canallas deberán volver a invertir en jugadores de afuera porque cae de maduro que no se le puede tirar de golpe toda la responsabilidad a un juvenil.
Entonces, ¿cuál es el verdadero negocio? ¿Traer gente de afuera por un año o invertir por muchos en productos que serán patrimonio del club hasta una transferencia?
Por el lado de los rojinegros, desde hace mucho tiempo dejaron de ser ese Newell's exitoso y glorioso que supo codearse con los grandes de América en la década del 80 y 90.
Ya no salen los Balbo, los Batistuta, los Martino, los Santamaría o los Zanabria que tanta grandeza le supieron brindar al conjunto del Parque. Es más, desde hace varios torneos trata de meterse a una Copa internacional pero no puede.
Además, su plantel también está conformado por mucha gente ajena al riñón leproso. como Gastón Aguirre, Zapata, Patiño, Vásquez, Silvani y Adinolfi. Y no hay que olvidarse del Patrón Bermúdez, una persona que demostró no estar a la altura de la pasión rojinegra.
Lo más grave es que tanto en Central como en Newell's siempre hubo algún chico con condiciones esperando su turno de mostrase en el profesionalismo. Pero en muchos casos, la mayoría de ellos debieron dar un paso al costado y tuvieron que buscar otros horizontes porque los técnicos no les daban cabida. También es verdad que hubo otros jóvenes que fueron disfrutados por sus simpatizantes apenas unos meses y después fueron vendidos.
Casos como estos sobran. ¿Algunos ejemplos canallas? Mauro Cetto, Muñoz Mustafá, Daniel Díaz, César Delgado, Luciano Figueroa o Marcos Charras. ¿Y leprosos? Gabriel Heinze, Facundo Quiroga, Diego Mateo, Lucas Bernardi, Leonardo Ponzio, Aldo Duscher o Maxi Rodríguez.
Hoy en día las divisiones inferiores de Central y Newell's están transitando por polos opuestos. Los auriazules tienen, en materia de recambio a corto plazo, más variante para su primer equipo.
Otro de los notorios ítems es que ambas instituciones están centrando sus inferiores en el baby, ya que debido al rol que han tomado los empresarios, les impide en muchos casos fichar algún jugador que estuvo a prueba porque a la hora de ultimar los trámites documentales, no llegan a un acuerdo con ese grupo inversor y terminan yéndose a Buenos Aires o al exterior. En fin, ya nada es como entonces. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Gastón Aguirre y el Yerbatero González son dos de los tantos que llegaron a Rosario provenientes de clubes que no son de acá. | | |