Propuestas para lograr un tránsito más seguro

Psicólogas sugieren revisar las conductas de peatones y conductores

Belén Travesaro / La Capital

Para prevenir accidentes, las infracciones se deben minimizar a través de programas para el cambio de actitudes, normas y creencias (psicoeducación). Esta es una de las propuestas de un grupo de profesionales del Colegio de Psicólogos, que para ponerlas en práctica crearon el área de Psicología del Tránsito dentro de la institución. El grupo, integrado por Amelia Beatriz Messina y Susana Danelón (actuales coordinadoras), Mónica Audo Gianotti Sandra Crescente y Silvia Ghione, coincide en que la conducción segura "entraña no sólo un grado óptimo de aptitudes sino también el uso responsable y consciente de esas aptitudes".

Las psicólogas aclararon que dentro de las conductas de riesgo están las causadas por errores y las ocasionadas por infracciones. La diferencia entre ambas radica en el grado de intencionalidad que caracteriza a cada una de ellas. Los errores son actos no intencionales, es decir, no hay una voluntad consciente de infringir la norma. Son el resultado de problemas o fallas en el procesamiento de información (percepción, atención, interpretación de la información, ejecución motora, etcétera). Mientras que las infracciones son actos intencionales, es la transgresión deliberada de algún código de conducta o norma; son el resultado de factores sociales, actitudinales, motivacionales y de personalidad.


Responsabilidad de todos
En relación al cambio conductual y cultural, Audo Gianotti dijo que habría que empezar a asumir que en materia de accidentes "la responsabilidad es de todos, incluidos no sólo los conductores de vehículos, motociclistas y ciclistas, sino también el peatón. Si el peatón cruza por la mitad de la calle, en lugar de la senda peatonal, está aumentando el riesgo de que ocurra un incidente".

"Si tenemos en cuenta que se le atribuye al error humano un 80% de las causas de accidentes por una mala conducta y otras causas que tienen como centro a la persona, los psicólogos tenemos mucho para aportar", destacó Messina. Entonces aconseja que cada uno autoobserve qué actitudes o conductas realiza durante su andar en la ciudad.

"Cuando la persona se mueve de manera confusa, con malestar sea consciente o inconsciente, se choca con los demás, aumenta el riesgo. Mientras que quien anda bien, con registro de los demás, no se choca con los peatones, ni tampoco con otros vehículos. Esta última conducta demuestra respeto por la vida", aclaró Crescente.

La recomendación de las profesionales está dirigida no sólo a los niños y jóvenes, sino también a los adultos, ya que consideran que muchos no han sido lo suficientemente educados en este aspecto.

El área busca no sólo contribuir a la promoción de la salud en la seguridad vial desde la reflexión y el estudio, sino también desde la acción. Es por eso que acordaron con la Dirección Municipal de Tránsito constituirse en uno de los centros de derivación para la evaluación de los conductores que reprueban el test psicológico. Hoy, la Dirección municipal de tránsito suele derivarlos a especialistas para que resuelvan si esa persona es apta o no para la adjudicación de la licencia de conducir. Si la reprobación tuvo que ver con un problema visual hará una interconsulta con un oftalmólogo, mientras que si tiene que ver con un conflicto psíquico se dirigirá a un psicólogo.

El grupo propone la inclusión del psicólogo en la realización del examen de aptitud psíquica requerido para la obtención del carnet ya que en la actualidad quienes se ocupan de supervisar este estudio (que es informatizado) son sólo médicos. Según las profesionales, la inserción del psicólogo aportaría información valiosa para la interpretación más certera de los datos. "Entre la información valiosa que podríamos agregar se encuentra la adaptación tanto de los test como de las consignas. Los aspectos a considerar son diferentes de acuerdo a la edad. No sólo porque muchas personas mayores jamás utilizaron una computadora sino porque en los jóvenes es muy importante poder evaluar lo referido al respeto por las normas sociales, manejo de la ansiedad, percepción o subestimación del peligro y de la velocidad", dicen.

Otro de los aportes concernientes a la tarea del psicólogo es detectar conductas de riesgo, tales como agresividad, impulsividad, adictos, estrés postraumático, etcétera. "Este trabajo es justamente uno de los puntos requeridos por la ley nacional y provincial de tránsito cuando se refieren a evaluar la salud mental", cerraron las profesionales.

Para ampliar la información sobre el tema, el Colegio de Psicólogos organiza las Primeras Jornadas Nacionales de Psicología del Tránsito, que se realizarán el 17 y 18 de septiembre próximos. El encuentro se hará en la sede del Colegio y durante el mismo habrá un segmento destinado a la formación e intercambio entre profesionales y otro dirigido al público en general.

El equipo de profesionales.