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 miércoles, 12 de mayo de 2004

Diciembre negro. Cita en Tribunales por falsedad ideológica y encubrimiento
Indagaron al jefe de policía de Rosario por el ocultamiento en el caso Lepratti
José Maldonado negó los cargos de falsear actas para proteger a quien le disparó al militante social. Dijo que en su cargo de entonces, jefe de Judiciales, intervino tarde en el sumario pero avisó al juez al reunir las pruebas

El jefe de policía de Rosario, comisario mayor José Maldonado, fue indagado ayer durante más de dos horas por el encubrimiento el crimen de Claudio Pocho Lepratti cuando él era jefe de la División Judiciales. El actual responsable de la Unidad Regional II debió responder por el falseamiento de las actas en las que se consignó el crimen del militante a manos de un policía de Arroyo Seco. También lo acusan de haber fabricado pruebas para simular un enfrentamiento y favorecer de este modo al imputado.

En una declaración de dos horas, Maldonado rechazó todas las acusaciones. Según explicó a La Capital su abogado, Alejandro Sinópoli, sostuvo que su rol fue preservar las pruebas del incidente, las que puso a disposición del tribunal ni bien las tuvo documentadas. Sinópoli resaltó que los detalles de llamadas requeridas por el juez refrendan lo señalado por su cliente. Y que los documentos sospechados son los de la subcomisaría 20ª y no los de Judiciales

Maldonado fue indagado por los delitos de falsedad ideológica de instrumento público y encubrimiento en el juzgado de Instrucción Nº 13, a cargo de Osvaldo Barbero. La medida no le impide seguir el trámite de la causa en libertad porque se trata de figuras penales excarcelables. El jefe policial se presentó a las 9 de la mañana en compañía de su abogado. La fecha de la indagatoria había sido acordada el viernes pasado por el profesional.


La comparecencia
El interrogatorio comenzó a las 10 sin que a Maldonado le tomaran sus huellas dactilares para fijarlas en una ficha prontuarial. Esto significa que, mientras dure la instrucción de la causa, la acusación no le reportará ningún obstáculo en su carrera: no figurará en su prontuario ni en su legajo policial. Pero en caso de ser procesado el fichaje se practicaría en el momento. La declaración fue presenciada por la fiscal Elida Rivoira.

Maldonado quedó implicado en el encubrimiento del crimen de Lepratti por su actuación jerárquica al frente de la División Judiciales. El militante fue ultimado el 19 de diciembre de 2001 por el agente del Comando Radioeléctrico de Arroyo Seco Esteban Velázquez, quien está en prisión mientras dura el juicio. La investigación judicial comprobó que la policía adulteró el libro de guardia y luego incorporó datos falsos en el parte preventivo.

Por esta razón Barbero procesó a nueve policías de la subcomisaría 20ª, incluido su jefe en el momento del crimen, Roberto De la Torre. Todos ellos están acusados de haber brindado protección a Velázquez y al policía que lo acompañaba luego de que ambos dispararan al techo de la escuela de barrio Las Flores donde se encontraba Lepratti.

Los compañeros de trabajo de Pocho relataron que éste les gritó a los policías que no dispararan y que en respuesta a ello los dos bajaron de la patrulla y lo balearon. Sin embargo, el parte policial consigna una resistencia armada de Lepratti.

Las sospechas recayeron sobre Maldonado cuando uno de los procesados por encubrimiento, el sargento primero Jorge Alberto Orué, rompió el silencio y declaró que la tarde del crimen una comitiva de la División Judiciales mantuvo una reunión con De la Torre con el supuesto fin de definir el modo de encubrir el caso.

Lo que compromete a Maldonado es la presencia de la comitiva de Judiciales. Aún si él no estuvo presente en la reunión, evaluaban fuentes tribunalicias, se presume que sus subordinados participaron de ella cumpliendo órdenes suyas. La llegada de hombres de Judiciales a la seccional fue asentada en el libro de guardia, pero como ese registro está sospechado de falsedad subsisten dudas en cuanto al horario que allí figura.

Otro elemento de cargo es que Judiciales dio cuenta al juzgado del homicidio de Lepratti recién al día siguiente. La primera comunicación entró a Tribunales a la 0.20, cuando el crimen había ocurrido a las 18 del día anterior. El organismo policial (que interviene en los casos con personal policial sospechado) tenía la obligación de informar al juez al instante.

El abogado de Maldonado subrayó que, al revés que en la sub 20ª, no existen irregularidades en el libro de guardia de Judiciales. El listado de Telecom, según el letrado, confirma que el horario de entrada de la llamada desde la sub 20ª a Judiciales para avisar la cuestión Lepratti es el que alega Maldonado. El actual jefe rosarino señaló que al llegar a la sub 20ª tras el ataque a Lepratti, se hizo cargo de las actas de parte del sumariante Almada, que dio la orden de resguardar el móvil y mantener detenidos a sus ocupantes. Que ordenó tomar fotos del patrullero y de la escuela. Y que una vez que aseguró todas esas medidas llamó por primera vez al tribunal. "No hay demora porque Maldonado interviene tarde y llama cuando tiene lista la investigación preventiva", afirmó Sinópoli.


Las sospechas del tribunal
Un tercer punto que complica al jefe policial es el haber presentado el hecho como un resultado de un enfrentamiento que no existió. A criterio de Barbero esto formaría parte del "andamiaje" creado para engañar al juzgado con una versión más favorable al autor del disparo. El armado de la causa incluyó la fabricación de pruebas: alguien disparó al patrullero que usaba Velázquez para demostrar que el auto fue atacado, pero una pericia balística desnudó el engaño.

Por último, se le achaca a Judiciales el haber abierto una causa post mortem contra Lepratti por resistencia calificado a la autoridad. Se presume que ese sumario perseguía el mismo fin de presentar el caso como un tiroteo.

La indagatoria de Maldonado había sido solicitada por la fiscal Rivoira, quien también pidió que se le tome declaración a otros dos jefes policiales que participaron de aquel encuentro en la sub 20ª: Mario Gratarola, entonces jefe de Orden Público, y Daniel Braza, jefe del Comando de Arroyo Seco. La citación de esos policías podría definirse en los próximos días. "Primero queríamos escuchar qué decía Maldonado al respecto. Pero seguramente va a haber más interrogatorios", anticipó una fuente del juzgado.

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