Debate nacional por supuesto gusto por la bebida de Lula

Río de Janeiro. - El gobierno y buena parte de la oposición convirtieron en una causa nacional la denuncia de un artículo de The New York Times considerado "injurioso" para Brasil por haber afirmado que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva tiene propensión a la bebida. El gobierno se declaró el domingo "indignado" por un artículo del corresponsal del NYT en Brasil, Larry Rother, que se titulaba: "El hábito de beber del presidente brasileño llega a ser una preocupación nacional".

La nota da a entender que varios errores cometidos por Lula en público podrían deberse a su gusto por "un vaso de cerveza, un trago de whisky o de la típica bebida brasileña, la cachaza". El gobierno estimó que el artículo es "digno de la peor especie de periodismo, basado en informaciones ofensivas" y tomadas en parte "de fuentes oscuras y sin ninguna credibilidad".

Entre las fuentes citadas por Rother hay un solo político identificado: el líder del Partido Democrático Trabalhista (PDT), Leonel Brizola, un ex aliado de Lula que se transformó en uno de sus más acérrimos adversarios. El periodista norteamericano afirma que la cuestión del supuesto gusto de Lula por la bebida es comidilla frecuente en las charlas entre políticos y periodistas, pero que escasean quienes quieren evocar el asunto en público.

Un columnista del diario O Globo, Merval Pereira, admitió ayer que "hace mucho tiempo que circulan rumores, sobre todo en Brasilia, de que el presidente Lula está exagerando con la bebida". Pero Pereira le reprocha a su colega precisamente el haberse basado en rumores y chismes.

Los responsables del Ministerio de Justicia y de la Abogacía General de la Unión (AGU, fiscalía del Estado) discutieron el lunes acerca de la posibilidad de presentar querella judicial contra el diario o contra el periodista, eventualmente ante la justicia estadounidense. "El asunto está en estudio, el gobierno debe tomar la decisión", comentó una responsable de la AGU.

The New York Times defendió a su corresponsal. "Creemos que el artículo es correcto" expresó en Nueva York, sin más comentarios, Catherine Mathis, portavoz del rotativo. Figuras del oficialismo y de la oposición expresaron durante la jornada del lunes su indignación.

La prensa brasileña fue unánime ayer en sus críticas contra el NYT, pero Jornal do Brasil se interrogaba por la vehemencia de la reacción del gobierno. "Hay que saber responder con sobriedad", expresó un editorial del rotativo. (AFP)