| miércoles, 12 de mayo de 2004 | Advierten que "el tratamiento va camino al fracaso" Osvaldo Curci, especialista en toxicología, dijo que el paciente no debe ser tratado como un psicótico Osvaldo Curci, director del Centro Nacional de Toxicología, lanzó ayer una seria advertencia: "El tratamiento va camino al fracaso otra vez". Y agregó: "Lo tratan como un psicótico, pero la adicción es una enfermedad psíquica, física y emocional".
Curci recomendó "una comunidad terapéutica que esté coordinada por ex adictos y controlada por médicos clínicos, psiquiatras, toxicólogos y asistentes sociales.
Por su parte, José Abadi -médico psiquiátrico- afirmó que la adicción "es el resultado de una enfermedad anterior". Indicó que "es consecuencia de un conflicto original que el sujeto no ha podido resolver de un modo terapéutico y que ha intentado a través de un fallido mecanismo de autocuración obtener un alivio engañoso. La adicción es encubridora de otras problemáticas que acosan al sujeto".
Por otra parte, ayer volvieron las versiones que indican el posible retorno de Maradona a Cuba, aunque ya no sería al complejo La Pradera, de La Habana, sino a un establecimiento especializado en adicciones, que funciona en la provincia de Holguín, a unos 740 kilómetros de la capital cubana. Ese centro, ya visitado y aprobado por Alfredo Cahe, médico personal de Maradona, realiza tratamientos que van de tres a dieciocho meses y cuesta unos 15 mil dólares.
Maradona insiste con irse a Cuba y Cahe pareció coincidir con esta idea cuando declaró anteayer que "en Cuba tiene paz y puede caminar por las calles. Tienen una medicina coherente y correcta, y algo que nosotros perdimos: el tiempo y la calidez".
En la Clínica privada del Parque donde se internó a Diego, se atiende también a enfermos mentales y adictos a las drogas, y aunque "Pelusa" está aislado en un pabellón especial, comparte algunas actividades con ellos, como el comedor.
Está sometido a una dieta estricta para bajar de peso y su rutina se limita a dar paseos a pie por el parque, actividad que es muy difícil de apreciar desde afuera, debido a que la policía instaló un vallado metálico a cien metros de la entrada principal, que sólo se traspone con autorización especial. En otro sector del parque se desplegaron paneles de dos metros de alto con dibujos formando una barrera visual.
El tratamiento de estos primeros días apunta a afianzar su estabilización psicofísica, que parece ser fundamental para encarar el proceso de fondo, ya sea en Argentina o en el exterior.
El ciudadano común, el fanático de Maradona, queda por fuera de esta discusión entre los especialistas, y sólo desea que su máximo ídolo se recupere. Un cartel colgado en las cercanías de la clínica del Parque, escrito a mano, resumía el estado emocional de millones de personas: "Dios, ni se te ocurra quitarle la única alegría que le queda a los humildes". enviar nota por e-mail | | |