| miércoles, 12 de mayo de 2004 | Funes, Roldán, Granadero Baigorria y Arroyo Seco le bajaron el pulgar a la propuesta Los intendentes del conurbano no quieren los Fonavi rosarinos La falta de espacio en Rosario motivó la idea de construir en ciudades vecinas. "No queremos villeros", dicen Lucas Ameriso / La Capital La idea de continuar la construcción de nuevos complejos Fonavi de 500 viviendas fronteras afuera de Rosario provocó ayer una férrea resistencia entre los intendentes del área metropolitana. Los jefes comunales de Funes, Roldán, Granadero Baigorria y Arroyo Seco rechazaron a coro la propuesta sosteniendo que "los rosarinos se quieren sacar de encima este problema", "pretenden trasladar gente con escasos recursos fuera de Rosario" y "esta idea no sintoniza con el perfil de nuestras localidades".
El director provincial de Vivienda y Urbanismo, Juan José Morín, había convocado anteayer a las autoridades vecinas a Rosario a diseñar una planificación ordenada de las nuevas unidades habitacionales que financia el Estado, dado que esta ciudad carece de tierras disponibles.
"La ciudad crece y escasean los terrenos", había advertido Morín a La Capital. Y frente a ello propuso solucionar la demanda habitacional de nuevos Fonavi a través de una solución regional y consensuada con el área metropolitana, es decir construir de aquí en más las viviendas sociales en localidades aledañas a Rosario.
Rápido de reflejos, el intendente de Funes, Juvenal Rímini, salió al cruce. "Esto es una locura. Quieren sacarse la gente de encima y tirarlas a ciudades aledañas. Que cada uno solucione sus propios problemas sin arrojárselo al vecino, porque nos quieren tirar la basura y la gente. Evidentemente, no saben cómo solucionar sus inconvenientes", dijo enfurecido el jefe comunal del Jardín de la Provincia.
Pero hubo más argumentos bajo la consigna de "primero lo nuestro". "¿En qué espacio y tierra de Funes piensan hacer estos complejos?", se preguntó Rímini para agregar: "Ya se han instalado rosarinos de escasos recursos y gente que viene del norte del país a la que tenemos que encontrarle un espacio físico y una vivienda. El perfil de Funes es distinto al que pretende Rosario".
También fue categórico el intendente de Roldán, José María Pederetti, que "sin estar demasiado empapado del tema", anticipó que la denominada Capital del Aire Puro "carece de terrenos para Fonavi dentro del casco urbano". Es más, el jefe comunal aseguró que Roldán "tiene un perfil estratégico y urbanístico que no encajaría" con estos planes habitacionales, "más que nada porque esta es zona de casaquintas", consideró.
En sintonía, el intendente de Granadero Baigorria, Miguel Ansoleaga, rechazó de plano la idea del gobierno provincial y definió cuál es la política urbanística que impulsa desde su Intendencia. "Apuntamos a una ciudad dormitorio, a construir un barrio privado, sabemos que en Baigorria viven muchos vecinos que trabajan en Rosario, pero no queremos Fonavi. Y el rechazo no es por la clase social, sino que no tenemos lugares vacíos", argumentó Ansoleaga para aclarar: "Los sitios frente a la costa son para otro tipo de barrio".
Pero fue el jefe comunal de Arroyo Seco, Pedro Spina, quien no dio vueltas a la hora de explicar su oposición. "No quiero en mi ciudad los quilombos de las villas de Rosario y mientras yo sea intendente voy a hacer todo lo posible por impedirlo. Si la provincia va a construir nuevas viviendas que sean para mi gente, no para lo que quiera sacarse de encima Rosario", disparó.
Luego Spina volvió a insistir: "Si viene (el intendente Miguel) Lifschitz y compra 20 hectáreas de tierras privadas, que me ponga las cloacas, gas y luz. Si no, no los quiero". El intendente acotó que Arroyo Seco es un cuadrado con no más de 20 cuadras de extensión y que más del 90 por ciento de los vecinos cuenta con la totalidad de los servicios.
"Sí...pero" Quien no fue tan duro con el proyecto de Morín fue el intendente de Pérez, Darío Corsalini, al manifestar que "no tendría problemas", pero aclaró que no hay terrenos libres con infraestructura.
Esto significa que la provincia, de construir Fonavi allí, debería destinar fondos para la instalación de luz, gas, cloacas, cordón cuneta, iluminación y estabilizado de las calles.
"Somos solidarios y no habría problemas con el espacio. Por supuesto que se tendría que trabajar bajo el concepto de región y no para satisfacer una demanda de Rosario", puntualizó Corsalini.
Otro que puso condiciones fue el secretario de Gobierno de Villa Gobernador Gálvez, Rodolfo Cavalieri. "Sabemos que la gente que vive en los Fonavi son vecinos trabajadores, por eso no lo vemos mal en cuanto a crear un nuevo barrio. Ahora si se definen por un terreno aquí tendrían que comprar tierras privadas porque en Villa Gobernador Gálvez casi no quedan espacios públicos para viviendas".
En tal sentido, la mano derecha de la intendenta Graciela Bonomelli consideró que la profundización de una planificación urbana "debe necesariamente desentrañarse con lógica metropolitana y no con la mente en Rosario".
El director de Vivienda y Urbanismo de la provincia había resaltado anteayer que en Rosario hay un déficit de 40 mil viviendas, pero alertó al mismo tiempo que debería encontrarse espacios en localidades vecinas. A la falta de terrenos disponibles en Rosario, se le agrega la dificultad de extender toda la infraestructura de servicios a zonas alejadas, lo que según Morín encarece el precio final de la obra.
Como dato, Vivienda y Urbanismo concretará en Rosario tan sólo 400 unidades habitacionales dentro de los próximos 12 meses. Vale decir sólo el uno por ciento de este total, y con construcciones que no superan los tres pisos de altura, se asientan entre medianeras y en complejos que no superan las 20 viviendas en total.
Pero como contrapartida, la dirección provincial cuenta con fondos disponibles para expandir los Fonavis y hasta incluso ofrece a quienes tengan un terreno una línea de créditos hipotecarios de hasta 50 mil pesos, financiados a 25 años con un interés del 6 por ciento anual sobre saldo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las viviendas son resistidas fuera de la ciudad. | | |