Difunden a través de mails un ranking de infieles y gays de Villa y Empalme

Dos chicas negaron ser las autoras de los correos electrónicos injuriosos y enjuiciarían a quienes las acusan

Osvaldo Flores / La Capital

Villa Constitución. - Dos mujeres negaron ser las autoras de una serie de e-mails que desde hace un par de meses han provocado un escándalo en la sociedad villense, a partir de comentarios injuriosos y supuestos detalles escabrosos sobre la vida privada de personas de esta ciudad y de la vecina localidad de Empalme Villa Constitución (ver aparte). Las mujeres advirtieron que querellarán por calumnias e injurias a quienes las acusen.

Verónica Sosa, de 26 años y domiciliada en Villa Constitución, y Melina Ambrosi, de 18 y oriunda de Empalme Villa Constitución, fueron señaladas desde otro correo anónimo como las presuntas autoras de las escandalosas publicaciones, y hasta fueron publicados sus datos y domicilios particulares.

Desde entonces, las jóvenes han soportado amenazas telefónicas anónimas, curiosas visitas en sus lugares de trabajo y temen por su seguridad. Por eso, acompañadas por sus familiares y su abogado, explicaron su situación y advirtieron que enjuiciarán por calumnias e injurias a los acusadores que sean identificados.

"Como fueron publicados nuestros datos personales, sufrimos amenazas telefónicas y en nuestros lugares de trabajo se presentaron personas que no conocemos pero que seguramente son perjudicadas por el mail que circuló", señalaron las jóvenes, quienes aseguraron ser damnificadas al igual que las personas que figuran en los escabrosos correos y sostuvieron: "Con esos mails no tenemos nada que ver".

Verónica y Melina cursan la carrera de márketing en el Instituto San Pablo y según estimaron la acusación podría provenir "de alguien que nos ve juntas, porque las cosas que salen (en los mails) son cosas que salen del salón (de clases), porque de otro lado no se saben y no hay otra manera".

Lo cierto es que la vida de ambas no es la misma que la de antes de la circulación de los cuestionados correos. "Sentimos inseguridad, nos llaman. Yo trabajo en un quiosco en calle Saavedra al 900, donde viene gente y me pregunta si soy Verónica, pero cuando quiero saber por qué no dicen nada. Es como que vienen a verme la cara", relató Verónica.

Y para Melina los trastornos no van en zaga con los de su compañera: "A mí me dijeron que cierto día me iban a estar esperando en la parada de colectivo, cuando voy a trabajar". La amenaza fue realizada mediante una llamada telefónica anónima que quedó asentada en una denuncia policial.


Calumnias
Para el abogado que las representa, Oscar Davini, si bien la investigación de los curiosos episodios resulta complicada porque ocurren a través de correos electrónicos, estas "son cuestiones de derecho común, porque contra estas chicas se está cometiendo algún delito de calumnia o injuria".

"Queremos decirles a todos los presuntos damnificados que aparecen en los mails que se abstengan de seguir acusando de cualquier manera a las dos chicas, porque en ese caso evaluaremos la posibilidad de querellarlos por calumnias o por injurias", advirtió el letrado.