El conflicto del transporte de cereal llegó a Córdoba

Alrededor de 400 camiones permanecían detenidos ayer sobre distintas rutas de acceso a la capital cordobesa, como manifestación del conflicto iniciado por los transportistas de cereales en demanda del cobro de tarifas similares a las vigentes para las cargas agrícolas en otras provincias.

La concentración de los vehículos también se observa en las afueras de la vecina localidad de Jesús María, a unos 50 kilómetros al norte de la capital, y en los alrededores de las localidades de Totoral, La Puerta, Arroyito, Despeñaderos, Corralito y Cañada de Luque, indicó a la prensa un vocero de los transportistas en conflicto.

Grupos de conductores integraron "piquetes" para lograr la adhesión de los trabajadores del sector, dijo el vocero.

El conflicto comenzó el pasado fin de semana y ayer cobró mayor magnitud ante la negativa de productores, acopiadores e industriales aceiteros a mejorar las tarifas, pues consideran excesivo el cuadro tarifario fijado a fines del año pasado por el gobierno provincial.

El pasado 23 de diciembre el gobierno cordobés fijó a través del decreto 2032 una "tarifa orientativa" de siete pesos por tonelada por los primeros 10 kilómetros, pero en la práctica, los acopiadores pagan en esa distancia un promedio de sólo cinco pesos. Julio Giusti, vocero de los choferes, dijo que la tarifa es un 30% inferior a la vigente en Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, asegurando que para los camioneros "es imposible competir con el ferrocarril subsidiado por el Estado, ya que el gasoil, que es el 50% de nuestros costos, no ha dejado de aumentar en los últimos tiempos".

Al paro de los transportistas cordobeses se podría sumar la semana próxima un conflicto de los colegas santafesinos, en protesta por la demora del gobernador Jorge Obeid en firmar un decreto que regule la distribución de las cargas durante los meses de "temporada baja" en el transporte de granos.

Los transportistas de cereal de Santa Fe ya protagonizaron hace tres semanas una huelga en apoyo de esta reivindicación y la medida se levantó porque el gobierno provincial se comprometió a instrumentar una norma que permita a los municipios regular la distribución de cargas entre julio y noviembre, cuando hay menos trabajo. Pero Obeid admitió que postergó la firma de ese decreto a la espera de encontrar un texto que satisfaga a la Bolsa de Comercio y las cerealeras. Ante esto, los transportistas amenazaron con otro paro.