Los dichos de Bonasso a La Capital provocaron una durísima reacción

La profunda crisis del PJ estalló anoche en el bloque de diputados

Luego de una tensa reunión, los legisladores oficialistas se comprometieron a votar la intervención a Santiago

Mauricio Maronna / La Capital

La delicada situación interna que atraviesa el Partido Justicialista (PJ) detonó anoche en la reunión del bloque de la Cámara baja, cuando en plena discusión sobre la intervención a Santiago del Estero, las críticas del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a algunos gobernadores y el futuro del congreso partidario, legisladores entrerrianos hicieron circular decenas de copias de la entrevista que La Capital publicó el lunes al diputado kirchnerista Miguel Bonasso. "Queremos saber qué piensa el presidente sobre los dichos de este señor", gritó un diputado, mientras varios legisladores (incluidos representantes santafesinos) se quejaron por la falta de comunicación con el primer mandatario. Uno de los momentos de mayor tensión se vivió cuando Hilda Chiche Duhalde y otros bonaerenses se alejaron del encuentro.

Pese a que, finalmente, los diputados se comprometieron a votar a favor del pedido de intervención a Santiago del Estero, sonó fuerte la voz de un legislador criticando "el aprovechamiento mediático del caso, cuando mandan más de trece cajas de documentación para que en un día nos pongamos a decidir sobre la suerte de los Juárez".

En la catarsis participaron diputados santafesinos, que se lamentaron por la falta de diálogo con el presidente y por las críticas que se les hacen desde la Casa Rosada a los gobernadores justicialistas.

Fue ahí que los entrerrianos comenzaron a distribuir copias de la entrevista de La Capital a Bonasso. "El gobernador Jorge Busti está más cerca del Código Penal que de la política", dijo el ex integrante de Montoneros y actual diputado. Muchos de los presentes en la presidencia del bloque se sorprendieron con las afirmaciones del autor de "Recuerdos de la muerte", quien también tuvo durísimos conceptos para con el mandatario santafesino, Jorge Obeid, el senador nacional Carlos Reutemann y otros dirigentes.

Frente a la preocupación del jefe del bloque, José María Díaz Bancalari, un diputado kirchnerista de Neuquén dijo que el "presidente de la Nación no compartía esas palabras". Según pudo saber este diario de fuentes inobjetables, el mismo legislador aseguró no tener problemas en plantear una moción de privilegio contra Bonasso cuando, hoy, los diputados estén en el recinto. "Aunque estamos ofendidos, no queremos agregar más leña al fuego: con la carta que le envió Busti estamos satisfechos", apaciguó uno de los representantes de la provincia.

La Capital pudo saber que durante la jornada hubo un duro cruce entre diputados que responden al gobernador entrerriano y Bonasso. "Desde el Ejecutivo le dijeron que se calle la boca", soltó una fuente.

Más allá de los intentos por aplacar los ánimos, los reutemistas María del Carmen Alarcón y Angel Baltuzzi cuestionaron que el gobierno exija la aprobación de proyectos y, paralelamente, critique a los mandatarios justicialistas.

"Más allá de que hay cuestiones importantes por resolver y que todavía subyacen los ecos de ciertas expresiones descalificadoras, el congreso fue legítimo. Pero por razones de prudencia y de no afectar cuestiones que hacen a la gobernabilidad nos impusimos abrir un compás de espera para que lo que se discutió anoche en el bloque se siga debatiendo más adelante, y en un clima más propicio", contemporizó anoche Baltuzzi.

Mientras se leían los dichos de Bonasso, el diputado del PJ porteño Cristian Ritondo aprovechó para quejarse: "Yo llegué en una lista encabezada por Mauricio Macri y estoy en el bloque. La obediencia debida tiene que existir solamente para los militares y no para nosotros respecto a lo que dice este señor (por Bonasso)".

Los cruces en el bloque, que estuvieron a punto de hacer estallar la precaria unidad, se produjeron horas después de que el gobierno nacional negara que exista un acuerdo para consensuar un llamado a elecciones internas en seis meses en el PJ. Temprano por la mañana, Obeid advirtió que no quiere un "peronismo domesticado", pero puso paños fríos a la polémica que se levantó tras el congreso partidario. Más tarde, la nueva batalla estaba focalizada en el bloque de diputados.

Bacalari debió apaciguar la bronca contra Fernádez.