Pasajeros de una pesadilla

A medida que iban siendo dados de alta, los heridos convertían el hall de la sala de guardia del Samco de Villa Constitución en la caja de resonancia de la pesadilla atravesada horas antes. Entre la preocupación por llevar tranquilidad a sus familiares y el dolor de sus propias heridas, los pasajeros del micro relataron lo ocurrido. "Yo dormía y me desperté con el grito de una mujer que venía sentada en el asiento de atrás. Casi de inmediato sentí el golpe y un dolor en la nariz. Me preparé pensando que venía otro golpe más fuerte, pero me sorprendí cuando el colectivo tumbó sobre el costado. Después fue todo confusión y el miedo más grande que tenía es que se prendiera fuego, porque entonces sí que no contábamos el cuento ninguno", contó Pedro Faviani, y aseguró que en el momento del accidente no había niebla y la visibilidad era buena.

Mientras tranquilizaba a su familia a través del teléfono celular, otro de los pasajeros relataba su propia odisea: "Con la fuerza del golpe, los asientos de arriba se desprendían como si fueran de papel -aseguró-. Me asusté porque vi salir humo de la parte de atrás y pensé en un incendio, así que rompí la ventanilla y pude salir por arriba. Cuando vi que no se quemaba entonces volví para ayudar a otros heridos".

"Para mí que el chofer se quedó dormido. Esa fue la sensación que me dio cuando sentí el volantazo. El colectivo iba muy rápido y pienso que el conductor no vio al camión. Quizás en ese momento pegó alguna cabeceada", opinó el hombre al terminar su comunicación familiar.

En tanto, un joven de barba que vestía una remera blanca con el escudo de Boca dijo a La Capital: "El colectivo venía muy rápido. Yo viajo todas las semanas de Santa Fe a San Nicolás y ese trayecto lo cubre en unas dos horas y media, así que imagínese a cuánto viaja. Yo no sé si la culpa de esto la tiene la empresa que los obliga a cumplir un determinado horario, o si la tienen los choferes, pero alguien deberá hacerse responsable", reclamó el joven.