Internet: banda ancha o gratis, todos sufren por igual en la red

Las deficiencias verificadas en los últimos días en las comunicaciones a través de Internet, a raíz de un conflicto comercial entre proveedores mayoristas y minoristas de acceso a la red, afectan por igual a usuarios de banda ancha y gratuitos. "Da lo mismo tener banda ancha, comunicación telefónica o accesos gratuitos, porque la baja de calidad del servicio hace que uno no pueda conectarte a ciertos sitios y que tampoco pueda bajar los mensajes de correo electrónico como lo hacía hace dos semanas atrás", explicó el analista Enrique Carrier.

La división de aguas producto del conflicto comercial entre Telecom, Telefónica, Impsat y Prima, y las otras prestadoras de acceso a Internet, generó en los últimos días un cuello de botella que afecta el uso cotidiano de la red, incluso a las operaciones bancarias.

A pesar el correr de los días las empresas aún no logran alcanzar una solución para este conflicto, que como no cuenta con ningún tipo de regulación por parte de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) sólo llegará a su fin cuando las partes lleguen a un acuerdo.

Respecto a las transacciones financieras, fuentes del Banco Galicia explicaron que sus clientes operan normalmente, ya que "la entidad posee varios enlaces a Internet con distintos proveedores que le permiten tener un buen acceso a la red".

No obstante, Rodolfo Barros, ejecutivo de una empresa con sede en la zona de Catalinas, contó que "como usuario de la Cooperativa Tres Límites, con conexión telefónica, hace tres días que vivo un desastre: no puedo consultar mails, ni navegar, ni puedo pagar la tarjeta de crédito".

Otro joven emprendedor, Diego Cassino, comentó que "no se puede hacer nada, y da lo mismo tener banda ancha que un acceso gratuito, aunque pagues 70 pesos por mes hoy no puedo ni levantar ni enviar un mail". Desde otra generación, Fiorella, de 18 años, y su hermana Belén, de 12, protestaron porque en los cybercafés ya no pueden chatear ni jugar en línea.

En tanto, mientras continuaban las dificultades para los usuarios, fuentes del sector revelaron que las cuatro grandes mayoristas rechazaron una oferta de las minoristas para zanjar el entredicho.

El problema se generó cuando las mayoristas disminuyeron el ancho de banda que tenían otorgado al NAP de Cabase, un servidor común para todo el mercado, creado hace seis años para agilizar la velocidad de navegación y, de ese modo, fomentar y expandir el uso de Internet en la Argentina.

Las mayoristas, que también operan en el segmento minorista, sostienen que los pequeños proveedores usufructúan la gratuidad del NAP para competir deslealmente con ellas en el mercado corporativo.

Mientras, las minoristas -entre ellas Fibertel, Netizen, Iplan, Techtel y Uol- aducen que la decisión de las mayoristas avasalla derechos adquiridos, por lo que no descartan la iniciación de acciones legales.

El mercado de Internet nació y creció sin regulaciones en la Argentina, a tal punto que la creación del NAP local obedeció a una iniciativa privada. La única oportunidad en que intervino el Estado fue muy poco después de que comenzó a prestarse el servicio en el país, cuando la Secretaría de Comunicaciones intercedió como árbitro entre las dos empresas que prestaban entonces el servicio de acceso, que habían colocado filtros para que los clientes de una no pudieran comunicarse con la otra.