| miércoles, 03 de marzo de 2004 | Una mano tendida En diciembre de 2002 compré una heladera de marca prestigiosa que a los dos días de funcionamiento comenzó a evidenciar considerables desperfectos. Luego de varias visitas del servicio técnico en mi domicilio fue necesario trasladar la unidad a sus talleres de reparación. Por intermedio de la Oficina Municipal del Consumidor se logró una extensión de garantía de ocho meses. Pero luego fue necesario un nuevo traslado del artefacto a sus talleres (por los mismos desperfectos y agravados) donde no se obtuvo nunca respuesta. Acudí desesperada a un conocido periodista y abogado de la ciudad quien, en forma desinteresada me contactó con la Asociación Civil La Comuna (avenida 27 de febrero 716). Allí fui atendida por el doctor Carlos Comi y asesorada de forma excepcional por la doctora Marina Sánchez Herrero quien como "educadora de una consumidora" me orientó en los pasos a seguir -la elaboración de una carta documento solicitando la sustitución del artefacto- y logró la resolución del conflicto con un saldo netamente positivo. Moraleja: Si tiene un producto que no cumple con el funcionamiento que le ofrecieron en el momento de adquirirlo, cualquiera sea su valor monetario, usted tiene el derecho de solicitar que se lo sustituyan por otro de idénticas características. Y si tiene dudas, consulte en La Comuna, allí hay idóneos profesionales que sin interés alguno van a tenderle una mano. A todos ellos, muchas gracias.
Daniela Méndez
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