Crucella: la salida es un subsidio digno

"El sistema previsional debe cambiar, y ese cambio tendrá que tener en cuenta de forma permanente a los que no perciben jubilación, más allá de este paliativo que es el Plan Mayores. A ellos se les tendrá que garantizar un ingreso mínimo universal digno que les permita vivir, financiado con impuestos sobre quienes realmente puedan pagarlos". La reflexión le pertenece al economista Carlos Crucella, quien cree que "la única manera de garantizar el futuro es a través del compromiso intergeneracional".

-Hoy se empiezan a ver las consecuencias de la última década, pero todo hace pensar que lo peor está por venir....

-Seguramente. Una persona que se quedó sin trabajo en los 90 con 50 años, estaría en condiciones de jubilarse en el 2005, y si no llegó con los aportes no se pondrá jubilar, por eso los efectos se comenzarán a ver a fines de esta década.

-Pero si para el 2010 ya estamos hablando de un 40 por ciento de personas sin jubilación, ya habrá que ir pensando en un sistema alternativo.

-Tendrá que darse un cambio muy fuerte que contemple un ingreso mínimo universal para mayores de 65 años que no perciben jubilación, porque si no, los veremos pidiendo limosna en la calle uno al lado del otro.

-¿Algo como el Plan Mayores?

-Bueno, creo que este plan apunta a la problemática, pero no es en sí una solución. Simplemente porque los 150 pesos no le solucionan la vida a nadie. Hablemos de un subsidio digno para que accedan a condiciones elementales de vida y subsistencia.

Crucella está convencido de que la única forma de conservar un sistema previsional es garantizando el "compromiso intergeneracional: que yo pague mi jubilación con alegría porque sé que mañana el que viene detrás va a pagar la mía. Esa es la única garantía a futuro. Y para que esto ocurra tienen que crecer el empleo y los salarios".

-Como se muestra ahora el panorama, ¿hay que esperar que el sistema previsional se haga añicos en el corto plazo?

-El sistema ya está colapsado, se mantiene a costa de jubilaciones paupérrimas. Los salarios han perdido la capacidad adquisitiva y el trabajo se precarizó. De acá en más tenemos que ver para dónde va la Argentina. Si empieza con una economía más o menos razonable la sociedad tendrá que plantear el tema jubilatorio como una demanda social colectiva y muy fuerte.