| sábado, 01 de noviembre de 2003 | La nota distintiva fue la floja actuación de Russo La última práctica que cumplió Central antes de saltar al Gigante para enfrentar a Quilmes tuvo perfil de regenerativo. La entrada consistió en el habitual loco y luego Miguel Angel Russo organizó un picado en espacios reducidos en el que la nota distintiva fue precisamente su flojo desempeño a la hora de jugar. El aporte futbolístico del entrenador auriazul no sólo se estacionó en pedir la pelota y meterle algún que otro pase a sus compañeros, sino que mostró otra versión de aquel volante cometobillos de los ochenta. enviar nota por e-mail | | |