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 sábado, 01 de noviembre de 2003

Sobreprecios alientan a firmas de alimentos a incursionar en este mercado
Cada vez más empresas hacen orgánicos
Desde aromáticas hasta ganadería o agricultura extensiva, crece la demanda de certificación

Con más de 90 mil toneladas exportadas este año, el complejo de producción orgánica en el país abandona aceleradamente el negocio de nicho para ganar mercado incluso en los planteos de las grandes elaboradoras y comercializadoras de productos orgánicos.

Algunas tendencias del futuro del sector se pudieron analizar en el quinto encuentro de productores orgánicos organizado por Letis, la empresa rosarina que está entre las cuatro certificadoras líderes de la Argentina. "En este momento estamos trabajando con un concierto de empresas que va desde pequeños a grandes productores que trabajan todo orgánico hasta grandes firmas que incorporan este segmento a sus actividades, por exigencia de los compradores de afuera", señaló Patricia García, titular de la certificadora.

Entre los clientes que certifican sus procesos con la empresa, se encuentra ACA Beef, la división cárnica de ACA, uno de los principales exportadores de limones de Tucumán y el mayor apiario orgánico del país, que se ubica en las islas frente a Rosario.

García explicó que "a pesar de que todos los sectores sufrieron con la debacle de 2001, el sector orgánico es netamente exportador, coloca el 90% de la producción en Estados Unidos, Unión Europea y Suiza, con lo cual pudo mejorar su rentabilidad". Esto se tradujo en un aumento de la cantidad de productores que ingresan al circuito, que ya suman casi 1.800 en todo el país.

La certificación de procesos y productos orgánicos no sólo se concentra en producciones intensivas como la frutihortícola, aromáticas o apicultura, sino que se extiende cada vez más a actividades extensivas como el cultivo de cereales y oleaginosas o la ganadería.

Raúl Troglio contó en el panel dedicado a las empresas el caso de Ingal, que comercializa soja, maíz, trigo, girasol y lino orgánico. Con una capacidad de acopio de 7 mil toneladas, hasta hace siete años almacenaba mercadería convencional, luego incorporó los orgánicos, a los que se dedica exclusivamente desde hace 4 años.

La razón es que la logística se hace mucho más difícil cuando se trabaja con orgánicos, y la mezcla un peligro latente. Sobre todo "cuando nuestros compradores en Europa saben que el 99% de la soja argentina es transgénica". Troglio fue enfático: "No hay control ni protocolo de limpieza y calidad exagerado cuando se trabaja con mercadería orgánica, un grano en el lugar equivocado puede hacernos perder millones", señaló y agregó: "Esto requiere tener personal adecuado y no temer pelearse con el contratista a la hora de exigir la limpieza de camiones y maquinarias".

Ingal aceptaba hace dos años trabajar con mercadería de terceros, pero también esto fue cambiando en función de asegurar la calidad. Comenzaron así a realizar acuerdos con los productores, a los que asesoran e inspeccionan periódicamente.

Alberto López, a cargo de las operaciones comerciales de la empresa, señaló que en pocos años pasaron de exportar dos contenedores a 130 por campaña. El 75% de la producción se vende en Europa. En estos momentos se están planteando "avanzar hacia una línea secundaria en el mercado internacional, trabajando con las cadenas de comercialización".

Elio Cacharelli contó otro caso de producción extensiva orgánica: el de la ganadería. Se trata de una pequeña empresa ganadera que hace cría en dos establecimientos de la zona de Las Bandurrias, e invernada en Cañada de Gómez. Explicó que la decisión de producir bajo certificación orgánica se debió a tres factores: actitud personal de producir en armonía con el medio ambiente, conservación del capital suelo y rentabilidad.

Describió que el sistema le permite producir a bajo costo y con mayor fertilidad en las pastura. Las ventajas del sistema orgánico, según su experiencia, pasan por "menor costo sanitario y desmalezada, más mesovida en el campo, mayor oferta de pasto al año, más resistencia de hacienda y pastos a plagas y oferta variada de forraje". Cacharelli insistió en el tema de los costos porque "de esta forma puedo entrar en cualquier mercado no sólo orgánico". De todos modos, si se coloca el producto bajo certificación en el exterior, el sobreprecio que se alcanza llega al 12%.

Desde el otro lado de la ganadería, y como decisión estratégica de una empresa de envergadura que busca nichos de diferenciación, Nicolás Lotrecchiano presentó el caso de Aca Beef, que este año lanzó su división de carnes orgánicas. La principal cooperativa agropecuaria lanzó en el año 96, a pedido de asociados, un programa de trabajo para comercializar carne con calidad diferenciada. Para ello conformaron el Club de Productores de Aca Beef, con un sistema de producción protocolizada y con trazabilidad. A partir de este año, y con certificación de Letis, se comenzó a producir y exportar carne orgánica. Ahora están peleando para que se bajen los derechos de exportación a este tipo de productos.


Diversificación
Para García, de Letis, el universo de producciones orgánicas es amplio, sobre todo porque a partir de las nuevas exigencias del consumo en los mercados de alto valor, como el europeo, muchas empresas que hacen convencionales tienden a diversificarse hacia segmentos más especializados.

"Hay empresas que se lanzan a producir orgánicos no por convencimientos sino porque ven que hay un mercado". Uno de los casos expuestos en el seminario de Letis fue el de Ramón Paspose, uno de los mayores productores de limones del país. Desde hace 18 años, cuando comenzó la explotación en una zona muy particular agroecológicamente en la provincia de Tucumán, el productor apostó a un planteo natural. "Hace siete años un comprador europeo vio cómo trabajábamos y nos dijo que en realidad estábamos a un punto de hacer agricultura orgánica, y hoy exportamos sólo limón biológico".

En el encuentro también se presentó el caso de una bodega en Mendoza que comenzó a producir vinos orgánicos para exportación. La firma se lanzó a partir de un plan de diversificación de una empresa de software y soluciones informáticas.

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