| miércoles, 29 de octubre de 2003 | Educación especial Aulas con complemento terapéutico En Rosario funciona la única escuela provincial para chicos autistas. Ofrece escolaridad y talleres Soñadores, ambiciosos, innovadores. Un grupo de padres fundaron la primera escuela especial para autistas de la provincia, la Nº 1330, llamada Colegio de Nivelación para Niños Autistas de Rosario (Connar). Con los años el proyecto se amplió y hoy atiende a diversas patologías que comprometen el aprendizaje. La historia del establecimiento no terminó con ese emprendimiento y a partir de este año, un equipo interdisciplinario formado por fonoaudiólogos, musicoterapeutas, psicólogas y terapistas ocupacionales, se sumaron al proyecto brindando atención integral a los niños que concurren a la escuela.
Connar nació en el •89 como una escuela para chicos con trastornos en el desarrollo, entre otros, autismo y Asperger. Dos años más tarde abrió sus puertas para aquellos con otras patologías que afectan el lenguaje, el campo de la socialización o trastornos emocionales. "Connar tiene como base la currícula de una escuela común, pero adaptada a los tiempos y necesidades de los niños. Cada uno va cumpliendo los distintos ciclos de la EGB a su ritmo", explicó la directora de la institución, Isabel Fossati.
Los docentes trabajan en grupos pequeños y homogéneos. El más numeroso tiene 6 alumnos.
La escuela está incorporada en la enseñanza oficial de gestión privada. "Los chicos no pagan ninguna cuota, sino que aportan contribuciones voluntarias, en su mayoría gratuitas", agregó Fossati
Desde este año Connar incorporó un grupo interdisciplinario de terapeutas que complementa el trabajo de los docentes. En el mismo edificio, durante la tarde, funciona el complejo educativo terapéutico, integrado por psicólogos, terapistas ocupacionales y musicoterapeutas. Ellos conducen los tratamientos de los niños y apoyan la integración escolar. Los profesionales trabajan en coordinación con psiquiatras y neurólogos. Este servicio extraescolar es solventado por las obras sociales o mediante la cobertura por discapacidad.
En el horario de 8 a 12, los alumnos de EGB asisten a la escolaridad normal y luego de pasar por el comedor, donde aprenden hábitos alimenticios, comienzan con la terapia y los distintos talleres (música, teatro y natación). A partir de los 13 años los varones van a la Escuela de Jardinería y las mujeres a la Escuela Técnica Buen Pastor donde aprenden peluquería, técnicas ornamentales y cocina. Esto último es optativo porque en ocasiones los jóvenes ya cuentan con un equipo terapéutico, entonces únicamente concurren a la escuela. "La condición es que sí o sí tengan su terapia", comentó Mónica Rubio, fonoaudióloga de la institución. El establecimiento recibe también para tratamiento a chicos provenientes de otras instituciones. enviar nota por e-mail | | |