| miércoles, 29 de octubre de 2003 | Televisión/Crítica "La pregunta animal": Un reportaje para quedar bien despierto Pedro Squillaci / La Capital Hacer una pregunta animal supone interrogar sobre un tema delicado, que moleste, y hacerlo sin que el entrevistado abandone la entrevista. "La pregunta animal" (lunes a viernes, a las 0.30, por Canal 9) logra cumplir con este cometido. En un formato ágil y de tan solo 20 minutos, Gerardo Rozín redondea un buen producto, sin caer en lugares comunes. Y -lo más importante- es que a pesar de que se emite a altas horas de la noche entretiene lo suficiente como para no pegarse a la almohada.
Rozín se hizo conocido en Telefé en tiempos en que era el periodista estrella de "Sábado Bus". Nicolás Repetto lo ponía en un lugar de privilegio cuando el rosarino era el encargado de hacer una pregunta (a lo sumo con una repregunta) al invitado más importante de la noche. Esa era "la pregunta animal".
Ahora desembarcó en el 9, sin Repetto, y con un famoso por noche. La primera cita fue con Gastón Pauls. El cuestionario pretende que la mayoría de las preguntas sean de esas que no se contestan con el casete puesto.
Pauls habló de una supuesta ambigüedad sexual, en referencia a una expresión en un reportaje que le hizo María Laura Santillán en 1997, y lo volcó sin prejuicios. Es más, contó que fue tapa de una revista gay y "lo volvería a hacer". Y como si fuera poco dijo que prefiere besar a un buen actor -en el marco de la ficción- y "no a una actriz linda sin talento". Después de todo esto, remató que todavía le gustan las mujeres, y hasta sonó creíble.
El actor levantó la apuesta. Pero llevado por el audaz camino que le propuso Rozín. "¿Estarías a favor de la legalización de la marihuana?", dijo el periodista. "Sí, sin duda", contestó Pauls, y agregó que asistiría a una marcha pro-marihuana libre. Después, agregó que "la marihuana es menos peligrosa que el cigarrillo" aunque admitió que llegó a quedar "tonto" por fumarla. "Prefiero la vida sin un faso", aclaró.
Pauls confesó que estuvo a punto de rechazar su participación en "Ser urbano" porque "se especula con el dolor ajeno". Pero rescató al envío porque hizo el balance de que a la gente siempre le sirve verse reflejada. Y recordó que uno de los momentos más duros lo vivió en Rosario cuando asistió al centro de detención "El pozo", que se ubicaba en la ex Jefatura.
El único error del programa fue la música de cierre ("Clandestino", de Manu Chao), que recuerda al final de "Media hora en la luna", conducido por Verónica Lozano, en TN. Eso sí, las charlas con Rozín son mucho más intensas y jugosas.
Para esta semana, los invitados no tienen desperdicio. Hoy estará la segunda dama Karina Rabollini; mañana la modelo y conductora Jimena Cyrulnik; el jueves será el turno de Horacio Guarany y el viernes el diálogo será nada menos que con Pappo. Y el que se duerma que se embrome. enviar nota por e-mail | | |