Cómo cambian las cosas

Creo que se logró mucho con la toma de la Facultad de Medicina: los estudiantes nos interesamos por hacernos escuchar y se formó un espacio de diálogo con voz y voto para quien lo quisiera. Los estudiantes de medicina, al fin, reaccionamos. En un principio se planteó la toma de la Facultad como medio de presión para lograr que las autoridades escucharan lo que los estudiantes teníamos para decir. Y se logró no sólo eso, sino también que las citadas autoridades se sentaran a dialogar y argumentar acerca de un proyecto de práctica final que construimos con 100 estudiantes el jueves 16 de octubre pasado. Pero también creo que la toma no puede continuar. Nunca estuve de acuerdo con la toma de la Facultad, pero igual participé de las asambleas y ayudé en las jornadas de docencia que se organizaron, creo que lo importante es participar. Hoy la toma es un elemento para asegurar la participación estudiantil y creo que es mucho más honesto participar con una facultad a puertas abiertas. No creo que participación y estudio sean mutuamente excluyentes. Además, y lo que es más importante, la toma de la Facultad no es una huelga. Una huelga estudiantil es no hacer lo que hace un estudiante... entonces sería no ir a clases, no estudiar. Tomar una facultad es privar, es cerrar y es, también, oprimir a quienes no están de acuerdo. He escuchado que hay quienes dicen que es el único elemento de presión que tenemos los estudiantes. Yo les digo que no. Les digo que es por nuestra incapacidad de imaginar que creemos eso. Ya que creo que nuestro elemento de presión a las autoridades es nada menos que la gente, no la toma. De ahí que considero más importante tratar de incluir, de llamar a más estudiantes de nuestra facultad a la "participación en una facultad a puertas abiertas, por una educación construida por todos, para todos". Les digo que hay que cambiar de pensamiento, hay que incluir nuevas ideas, nuevas cabezas. Siguiendo con la toma excluimos ya a muchos estudiantes que perdieron la confianza en un cambio, que se cansaron de "siempre lo mismo", que se sintieron defraudados porque ni siquiera se respetó lo que se votaba en las asambleas de un día anterior. Si observamos, en las asambleas no podemos decir que la mayoría somos "los mismos de siempre". Creo que siempre vamos a tener algo que reclamar, puntos de debate que no son claros con las autoridades de la Facultad. Es por esto que la toma no puede seguir indefinidamente mientras vayan surgiendo nuevos problemas, ya que no es esta la vía institucional para resolverlos. Ya logramos abrir un espacio de diálogo con las autoridades; es hora de ser inteligentes, levantar la toma, y abrir un espacio de diálogo con toda esa gente que falta en las asambleas. Las autoridades hacen las cosas mal, nosotros hagámoslas bien.

Luis Alejandro Gaite