TODOTERRENO

Nissan X-Terra: un duro que hace camino al andar

Prueba de manejo del nuevo producto de Nissan. Comparte estructura, motor y caja con la pick up Frontier, pero con mayor equipamiento

Jorge Kaplán / La Capital

Hace poco más de un mes, Nissan presentó en el país el X-Terra, un todoterreno derivado de la pick up Frontier que marca el retorno al mercado local de un 4x4 duro a un precio sumamente competitivo para lo que es el segmento. La clave: producir un vehículo de estas características en el Mercosur, Brasil en este caso, con la mayoría de los elementos deseables en un 4x4: un buen nivel de confort y una mecánica robusta y simple. Autos probó el X-Terra en un recorrido de 1.200 km sobre terrenos duros: asfalto, caminos de montaña y off road en superficies rocosas y planos inclinados.

Durante los 90, el auge de los todoterreno en las clases medias por su "alto grado de deseabilidad", según la jerga de los marketineros, hizo que los tradicionales 4x4 devinieran en vehículos familiares aptos para ir al supermercado o buscar los chicos a la escuela. La aparición del término SUV (Sport Utility Vehicle) era una prueba palpable de que a los 4x4 "les estaban ablandando la milanesa", como diría Pappo.

Así, por una lado estaban las camionetas (doble cabina en general) y los SUV muy equipados, de alta tecnología, y también muy caros...en dólares encima. La devaluación hizo estragos en este segmento, aun cuando los compradores son personas de buen poder adquisitivo. De hecho, este año los únicos todoterreno lanzados en el país fueron el Porsche Cayenne (un vehículo de otra galaxia) y el Kia Sorento (más cerca del territorio Cherokee).

Ese vacío fue interpretado como una oportunidad por los hombres de Nissan que decidieron construir en el Mercosur un vehículo que utilizara la plataforma de la pick up Frontier, cambiando la carrocería y algunos elementos de la suspensión para hacer más humano el trato a los pasajeros.


El diseño
El diseño externo del X-Terra es sumamente memorizable. El frente tiene el aire de familia de la Frontier, mientras que el perfil está marcado por el techo escalonado, las barras portaequipaje de aspecto deportivo y el "canasto" en la parte delantera. Las manijas traseras están escondidas en el parante al estilo de la Pathfinder y el Alfa 156 (extraña coincidencia). Las llantas (de aleación iguales a las de la Frontier) de 15 pulgadas parecen quedarle un poco chicas, pero sobre gustos...

Adentro, no depara ninguna sorpresa: todo es igual que en la Frontier, excepto por el espacio, claro. La visibilidad hacia el exterior es excelente por la posición elevada de todos los pasajeros (los traseros un poco más arriba que los delanteros), mientras que el espacio es enorme.


La mecánica
El motor es el conocido MWM de 2,8 litros, turbodiesel con intercooler de 132 caballos de potencia y 340 Nm de par. La caja es de cinco marchas, con caja de transferencia y reductora de alta y baja Eaton FSO-2405, la misma que la de la Frontier.

El chasis es el carnet de duro de verdad: una estructura doble U de sección cerrada, suspensión delantera independiente de doble brazo triangular y trasera de eje rígido con elásticos semielípticos. La rigidez trasera es tal que vibra bastante en aceleraciones fuertes y salta un poco en ciudad, pero es vital en el off road.

La suspensión es levemente distinta a la de la pick up, del mismo tipo pero más blanda lo que le otorga al X-Terra un andar más confortable. También presenta el diferencial de desplazamiento limitado, que sin ser totalmente un diferencial autoblocante se le aproxima bastante y ayuda a zafar de situaciones comprometidas.

La caja de transferencia es de accionamiento manual (simple, doble, baja y alta) con los cubos de acoplamiento automático. El sistema "Shift on the fly", le permite pasar de simple a doble y de alta a baja en movimiento hasta 40 km/h de velocidad. Cuando se retorna a tracción simple, los cubos quedan acoplados por lo que para desconectarlos se debe hacer un par de metros marcha atrás. Asimismo, la selectora de la caja de transferencia posee también la posición neutral que libera todo acoplamiento del motor con las ruedas.


El equipamiento
El X-Terra viene en una sola versión denominada SE, la sigla que significa el máximo nivel de equipamiento. Trae un efectivo aire acondicionado, doble airbag, tapizados de cuero y pack eléctrico (alzacristales, espejos, cierre centralizado a distancia), entre otros. Especial mención merece el equipo de música con radio, pasacassette y cargador frontal de seis CD, con seis parlantes, un elemento ideal para viajar.

La habitabilidad es muy buena: los asientos son confortables (no se puede decir lo mismo de la pick up), hay indispensables portaobjetos y gavetas por doquier, el respaldo del asiento trasero se puede rebatir dejando una amplia superficie de carga (se pueden sacar los cojines traseros), y tiene tres tomas de 12 voltios.

Las llantas son de aleación de 15 pulgadas, y los neumáticos son anchos Bridgestone 265/70 R15 que resultan muy estables y silenciosos en ruta pero poco aptos para barro o piedra, pero los offroaders ya están acostumbrados a cambiar el calzado según la cancha.

Viene con faros antiniebla delanteros (los traseros no vendrían mal), un indicador de temperatura exterior y brújula que marca el punto cardinal a donde apunta la trompa, estribos (mucha pinta pero quitan ángulo ventral) y vistoso portaequipaje con roof rack (caja o canasta de techo). Como faltantes insólitos se pueden mencionar la luz de la guantera y un reloj.


La performance
La performance dinámica del X-Terra es uno de los puntos que lo diferencia de los 4x4 top y que cuestan el doble. En velocidad máxima sobrepasa por poco los 150 km/h, con un comportamiento estable en ruta pese a su elevada estatura.

Pero a la hora de salir del pavimento es en donde el producto de Nissan recupera el terreno perdido, tanto en situaciones de baja velocidad como en caminos de tierra de velocidad media.

La capacidad de trepada y descenso es relevante, con caja de baja e incluso regulando. En ese sentido la rueda de auxilio, por fuera bajo el piso del baúl, puede quitar algo de ángulo de salida pero sólo afectar en situaciones extremas.

En tanto, el recorrido de las suspensiones permite afrontar sin problemas escalones, a lo que viene a colaborar el diferencial de desplazamiento limitado en el tren trasero.

Al volante, el X-Terra repite el comportamiento de su hermana pick up: es sumamente ágil y dócil en ciudad y ruta. En la tierra se muestra saltarín con una tendencia a irse de cola que se corrige fácilmente. La caja tiene las características de una pick up: se nota muy robusta pero el accionamiento no tiene complicaciones y la selectora es precisa.

En ruta, sobre los 120 km/h el soplido del viento comienza a molestar, lo mismo que las vibraciones de algunos plásticos al transitar terrenos complicados. No obstante, la insonorización y la estanqueidad del X-Terra son buenos. Después de transitar varios cientos de km por las polvorientas sierras cordobesas el X-Terra se parecía bastante a un cascote por fuera, pero adentro podía pasar la prueba del guante blanco.

En cuanto al consumo, es normal: en ruta a 110 km/h ronda los 11 km por litro y a fondo se vuelve muy glotón. Con estos valores, la autonomía es destacada: supera los 800 km gracias a su tanque de 73,5 litros.

Los frenos son impecables. En situaciones extremas entra a tallar el ABS en las cuatro ruedas, pero no tiene tendencia excesiva al bloqueo y las distancias son más que aceptables.


Casi sin rivales
El X-Terra llega de Brasil al mercado argentino con un precio de 28.500 dólares y garantía de tres años o 100 mil km. Un vistazo por las concesionarias muestra a la Chevrolet Blazer 2.8 TD DLX 4x4 a 78.520 pesos (27.550 dólares a 2,85 de tipo de cambio) como lo más parecido al X-Terra, aunque ya es un modelo más antiguo y limitado. Más lejos, pero en un universo distinto por características y precio, están el Cherokee New Sport 2.8 TD de 41.691 dólares, el Kia Sorento a 39 mil dólares o el Toyota SW4 a 40 mil dólares.

El eslogan de Nissan para el X-Terra es "Todo lo que necesitás de un auténtico 4x4", y resulta bastante certero ya que posee lo necesario y no más. El modelo ofrece un alto nivel estructural para el off road combinado con razonables estándares en equipamiento de confort y seguridad (no olvidar que cuesta 28.500 dólares). El X-Terra marca la reaparición en el mercado argentino de un 4x4 de los duros pero a un precio que resultará más blando para los bolsillos de quienes busquen un todoterreno.